Con la muerte de Isabel II a los 96 años, no solo acaba un reinado de siete décadas de ducarción sino una de las historias de amor más tiernas de la realeza: la de la monarca y sus perritos corgi. Elizabeth Alexandra Mary Windsor creció rodeada de ellos y los tuvo hasta su último aliento a cuerpo de rey (nunca mejor dicho). Ahora muchas personas se han mostrado preocupadas por el destino que correrán los animales. Sobre todo a la luz de una foto que circula por redes y en la que puede verse cómo transportan a los canes hacia lo que parece su nueva vida. Sin embargo, no se trata de una instantánea actual.
Cuatro corgis que, a ojos humanos, pueden leerse con cara tristes son descargados de un avión en brazos por dos trabajadores reales. Muchos usuarios de las redes sociales han querido ver en esta foto el estado de los famosos perros de la reina a su muerte. No obstante, a Isabel II ya solo le quedaban a su cargo dos peludos en el momento de su fallecimiento.
Precisamente, la reina de Inglaterra dejó de criar corgis al cumplir 90 años, porque sufría con la pérdida de cada uno de ellos y para que no quedaran huérfanos tras su propia muerte. En total, tuvo más de 30 perros, la mayoría descendientes de Susan, la mascota que recibió como regalo en su 18 cumpleaños. El fallecimiento en 2018 de Willow, el último de los que había domesticado ella misma, acabó con la dinastía.
Ese mimismo año, la monarca también perdería a Whisper, al que había adoptado tras el fallecimiento de su dueño original y le quedaría a su lado únicamente el dorgi (cruce de corgi y dachshund) Candy, que seguía con vida a la muerte del monarca.
No obstante, en febrero de 2021, su hijo Andrés le regaló dos cachorros de corgi y dorgi a los que llamó Muick y Fergus, respectivamente, para animarla por la hospitalización de su esposo, el príncipe Felipe. Desgraciadamente, Fergus también moriría inesperadamente en mayo de aquel mismo año.
Según leí en 2015 dejó de criarlos y quedaban un par. Uno murió en 2020 y el otro sigue vivo, que lo fotografiaron hace poco con ella. pic.twitter.com/7crXWqYEy6
— Ylenia Yunamond 🧬 (@Yunamond) September 10, 2022
Así que, la reina ya solo tenía a su cargo dos perros. Al que hay que sumarle Lissy, la actual campeona de perros de caza de cocker spaniel del Kennel Club, que vive con su entrenador Ian Openshaw.
Se espera que el rey Carlos tome una decisión sobre el futuro de Lissy, llamada así por su Majestad, en las próximas semanas. Mientras que el corgi Muick pasará a estar al cuidado de los duques de York: el príncipe Andrés, y su exesposa, Sarah Ferguson, según ha confirmado un portavoz del hijo de la reina citado por la prensa británica. Se desconoce el destino de Candy, que se especula que podría ir con Andrés o pasar a un miembro del personal de la reina.
The Queen went out walking with her dogs every day... The Queen grew up with corgis, fearless little dogs bred for herding cattle. Her father brought a corgi home when she was seven, and she was not without one— for decades afterward.
— Annie Leibovitz (@annieleibovitz) September 8, 2022
Windsor Castle, Berkshire, England, 2016 pic.twitter.com/HYPrwa1b7p
Según el libro Pets by Royal Appointment, en el que Brian Hoey hace un repaso a las mascotas de la realeza británica desde el siglo XVI, Isabel II quería tanto a sus corgis que supervisaba personalmente su dieta diaria. Además, les ponía nombres de personas, lugares... que apreciaba. Ellos la acompañaban en sus fines de semana en Windsor y vivían en sus apartamentos privados. Por ello, tal y como ha revelado su vestidora, Angela Kelly, durante el confinamiento por el coronavirus ellos le hicieron mucha compañía.
Foto de portada | @RoyalFamily
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