El método japonés para ser una persona ordenada aunque no seas Marie Kondo

Trucos fáciles y sencillos que nos evitarán mucho trabajo futuro en limpieza y orden sin apenas darnos cuenta

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Para tener una casa ordenada no hace falta nacer siendo una persona ordenada. El orden es como el ejercicio, algo que se practica con constancia y un poco cada día. El orden y la limpieza es básicamente una rutina con pequeños gestos diarios que cuesta mucho menos hacer que ponerse a limpiar una casa entera cuando ya está hecha un desastre. Para demostrarlo, Marie Kondo ha compartido con sus seguidores cinco de estos hábitos básicos que absolutamente todos podemos incorporar a nuestro día a día casi sin darnos cuenta.

Separa la ropa por colores en el momento

Puede parecer una tontería pero un gesto tan simple como escoger un cesto para la ropa sucia con compartimentos divisores hace mucho por una colada eficiente. Tener ya de entrada toda la ropa separada en blanca y de color, desde que nos la quitamos, nos permitirá saber cuándo es momento de poner una lavadora y no enterarnos cuando ya no nos quede ropa interior limpia, por ejemplo.

Dobla tantas cosas como puedas

Para maximizar el espacio de almacenaje disponible y, de paso, tener nuestras cosas más a mano y a la vista, lo mejor es doblar todo aquello que se deje. Desde ropa hasta las bolsas de plástico. Y si después lo almacenamos por categorías, ayudándonos de algún contenedor adecuado, mejor aún.

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Despeja tu espacio de trabajo al final de cada día

Para empezar el día con buen pie no hay nada como encontrarte con un escritorio (o una zona de trabajo, sea cual sea) despejada y ordenada. El truco no es tanto intentar no desordenar durante el día sino encargarte de volver poner cada cosa en su sitio al final de la jornada. Esto evitará que se acaben formando pilas de trastos y que se amontonen papeles que, en realidad, se pueden tirar a la basura.

Haz una comprobación de alegría regularmente

Ya sabemos que el pilar fundamental sobre el que se sustenta el método KonMari es que debemos rodearnos de objetos y espacios que nos aporten felicidad. Siendo así, es importante comprobar de vez en cuando si esta regla se sigue cumpliendo en nuestro hogar. Sobre todo, si cuando nos sentimos abrumados o ansiosos porque tal vez se deba a que hemos  acumulado demasiadas cosas sin darnos cuenta, y también antes de salir a comprar algo nuevo.

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Pónselo fácil a los niños

Si tienes niños pequeños en casa y quieres que entiendan que ordenar sus juguetes y pertenencias forma parte de sus responsabilidades, es importante que diseñes un sistema lo más adecuado posible para ellos en particular. Elije cestos y cajas monas o llamativas y, sobre todo, recuerda que tienen que estar a su alcance.

Foto de portada | Timothy Buck

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