Imposible llegar a todos los desfiles. Por eso intentaré traeros al día los más destacados y prometo un especial mejores colecciones al final de cada Semana de la Moda. Como sabréis ya, la Milan Fashion Week arrancaba el miércoles con Elena Mirò, y ya han desfilado por la ciudad italiana grandes nombres como Missoni, Burberry Prorsum, Moschino, Gianfranco Ferré, Jil Sander, Giorgio Armani, y ayer mismo por la tarde, Gucci.
La de Frida Giannini es siempre una de las colecciones más esperadas, porque lo suyo son los altibajos, aunque buena, mala o mediocre, sus looks serán seguramente los más copiados y es que Giannini y su fórmula de mujer radical son sinónimo de éxito comercial asegurado.
Es lo que tiene que una firma se sustente casi al cien por cien en estrategias de marketing bien llevado.
Su visión del lujo es bastabte simplona, y más que vender exquisitez lo que vende es una versión pobre, efectista, eso sí, de lo que es el modelo de elegancia: sus mujeres son ambiciosas, ariscas, y muy lúgubres. Adoran el nombre de la marca y parecer quince años más jóvenes. Sus comodines son las pieles, las minifaldas y los pantalones lo más apretados posible.
Las botas de castigadora parecen ser el leitmotiv de una colección seria, apagada, sobria pero pretenciosa, llena de cuero, brillos, cristales, y muchísimo negro: Frida sabe que este prototipo de fémina va a ser la más deseada del próximo invierno.
Así que ya sabéis: a reciclar los leggings de latex y a no tirar por nada del mundo las mini cazadoras tipo biker.
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