El pasado mes de noviembre, cuando 'Lecturas' hacía públicas las imágenes de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca, el nombre de Mary Donaldson se convirtió en la comidilla de los titulares de Europa y los platós de cotilleo. Pero hubo un hecho que hizo saltar las alarmas y puso sobre la mesa la idea de un divorcio real: su espantada a Australia.
Fue en diciembre cuando Donaldson ponía rumbo a su país natal para disfrutar de la compañía de los suyos, viajando únicamente con sus hijos pequeños y dejando a su marido en palacio. De hecho, se la vislumbró en Sídney y Australia durante las semanas que duró su visita, la cual finiquitó con la llegada de Federico, cuando ambos regresaban a Dinamarca.
Pues bien, cuando le tocó decir adiós, fotografiaron a Mary visiblemente emocionada despidiéndose de su entorno más cercano. Escena de la que se especuló que estaría motivada por la supuesta crisis que arrastraba su matrimonio. Pero no, ahora ha salido a la luz la verdadera razón de las lágrimas de la reina.
Según ha desvelado hoy lunes Joaquín Prat, después de ponerse en contacto con diversas fuentes danesas, "el padre de Mary está muy malito", y el viaje a Australia "fue sobre todo para que los niños se despidieran del abuelo", ha advertido el presentador de Telecinco.
Se desconoce qué enfermedad padece John Dalgleish Donaldson, progenitor de Donaldson, pero sería también la causa por la que no estuvo presente en Copenhague en el ascenso al trono de su hija, quien sí estuvo acompañada por su hermana Jane.
Fotos | Gtres y Casa Real de Dinamarca
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