Máxima de Holanda me tenía preocupada. Desde el pasado octubre, cuando se vio obligada a cancelar parte de su viaje a China por motivos de salud (acordaos que sufrió una fuerte infección en los riñones que la obligó a regresar a Holanda, para ingresarse, ella sola, en un hospital), no había vuelto a ser la misma. Se le marcaban muchísimo las ojeras a pesar del maquillaje, y había perdido luminosidad.
Hoy, por fin, con motivo de la recepción de Año Nuevo que todos los años se celebra en el Palacio Real y a la que están invitados personas que representan a toda la sociedad holandesa, la hemos visto con mejor cara. Máxima se vistió para la ocasión con una falda de cuero verde botella a juego con una camisa de seda con lazada del mismo color.
Por encima, y para protegerse del frío, se puso un trench con estampado príncipe de Gales tamaño XXL forrado de paño para que resultase más calentito, y en los pies unos salones de piel de serpiente. Lo mejor de todo fue que se animó a sacar a pasear los pendientes, la sortija y el broche en forma de mariposa de esmeraldas. No sé a vosotras, pero a mi me encanta volverla a ver en plena forma.
Fotos | Cordon Press
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