España entera se paralizó al enterarse de que uno de los mayores partidazos (nunca mejor dicho, dada su profesión) había salido del mercado: Pablo Urdangarin. El segundo de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin lleva más de medio año con su novia, Johanna Zott. Y ya la pareja quiere dar pasos para consolidar su relación.
Tal y como ha publicado 'Vanitatis', Pablo se queda habitualmente a dormir en casa de su chica. Y es que los padres de Johanna Zott han acogido al jugador de balonmano como "al hijo que nunca tuvieron" ya que la familia está formada por cuatro hijas.
Al parecer, el hijo de Urdangarin habría encontrado en la familia numerosa Zott un apoyo incondicional, además de una calma y tranquilidad que, por lo que sea, no encuentra en la familia Borbón Urdangarin. De hecho, hasta Pablo considera al perro de la familia su propia mascota. Y no solo él, sino también el conejo que la familia ha adoptado recientemente.
Pablo habría protegido lo máximo posible a su novia tras hacerse pública su relación, e incluso se habría puesto en contacto con algunos amigos para que le ayudaran a evitar que se filtraran fotos íntimas de la pareja. Sin embargo, tanto Urdangarin como Zott ya habrían normalizado la situación e incluso se hacen gracia al verse en las portadas de las revistas del corazón.
Los padres de Johanna Zott habrían visto en su casa, con jardín y piscina privada, un buen refugio antipaparazzis. Incluso, es la opción más cómoda para poder verse ya que ahora la también jugadora de volley estaría más ocupada que nunca ya que está haciendo prácticas en un hospital universitario y ha estado de exámenes de la carrera de Medicina hasta hace prácticamente unos días.
Fotos | GTRES / 'Socialité', Telecinco / 'Vanitatis'
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