El huracán mediático ha arrasado a Genoveva. Dice estar "destrozada" y se niega a hacer declaración alguna, tal y como asegura Vanitatis. Emitió un comunicado para aclarar que lo suyo con el futuro Rey de Dinamarna no era más que una amistad, pero de nada sirvió aquel escrito. Los rumores tienen alas y en las redacciones se habla de material sensible. Genoveva, más triste que nunca, se ha instalado en el extranjero con un único objetivo: alejarse de cámaras, titulares y comentarios dolientes.
Hasta hace unas semanas, Genoveva vivía entre restaurantes de lujo y cacerías VIP. Se codeaba con la jet set de medio mundo, vivía feliz en su apartamento madrileño y disfrutaba de los placeres de cualquier millonaria acomodada. Y no, ella no lo es, pero su rutina aparenta lo contrario. En cualquier caso, la realidad ha cambiado para la ex modelo, que ahora lucha por salir del pozo de tristeza en que está sumida.
Tal y como publica Informalia, la amiga especial de Federico abandonó Madrid antes de que el polémico reportaje de Lecturas fuera publicado. De algún modo supo que aquellas imágenes verían la luz y puso tierra de por medio. Se refugió en el palacio que su ex marido, Cayetano Martínez de Irujo, tiene en San Sebastián. En aquella jaula de oro pasó su cumpleaños sola, "muy triste y al borde del llanto".
Genoveva Casanova en San Sebastián - Gtres
"Trató de evitar ver la televisión, conectarse a Internet o incluso leer las cataratas de mensajes que llegaban al teléfono, que llegó a tirar en un acto de desesperación", explican en el citado medio. Al parecer, Genoveva sufrió una especie de crisis y estampó su móvil contra el suelo o la pared. Después, tuvo que arreglarlo.
Fotos | Gtres
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