La tensión entre Meghan Markle y el príncipe Harry con la familia real británica es innegable, incluso tras un momento de tanta importancia histórica como el de la coronación de Carlos III junto a Camilla Parker-Bowles que ha tenido lugar esta mañana en la Abadía de Westminster y en las calles de Londres. Una ceremonia en la que toda la familia ha acompañado al monarca a excepción de la exactriz y duquesa de Sussex, que se ha quedado junto a sus hijos en Estados Unidos.
La pregunta que surge ahora es ¿Ha sido Meghan quien decidió no asistir a la coronación o la casa real la que la excluyó? Según algunos periódicos locales, como 'The Telegraph', el principal motivo es la revelación de cartas en las que Meghan se queja sobre los presuntos comentarios racistas de Carlos III hacia ella y su hijo. Unas declaraciones que ella misma hace en la entrevista que concede a la periodista Oprah Winfrey donde deja caer que fue el padre de Harry el miembro de la familia real que especuló sobre el color de piel de su hijo.
También Meghan critica a la institución por lo que ella llama en su día "un acoso" y dejar caer que miraron hacia otro lado cuando tuvo pensamientos suicidas. Un trato del que han hablado tanto Meghan como Harry sin censura en sus últimas declaraciones y que habrían cerrado las puertas de la Abadía a la pareja del príncipe aunque su ausencia ha sido aún más llamativa dado que Harry iba a asistir sí o sí como hijo del coronado.
Y el príncipe Enrique ha entrado en Westminster ocupando el último lugar de su tanda de familiares, recalcando su soledad junto a el príncipe Andrés, sus hijas Eugenia y Beatriz de York, que acudía junto a su marido Edoardo Mappelli, que se ha mostrado muy cómplice y comprensivo con Harry. ¿No habría sido mejor naturalizar los roces familiares e incluir en la invitación a la esposa y a sus hijos?
Otros medios británicos sugieren que fueron los propios ciudadanos británicos quienes excluyeron a Meghan de la coronación de Carlos III a través de una encuesta en la que expresaron que no querían que la esposa de Harry estuviera presente en el evento más importante de la monarquía británica en los últimos 70 años (ya que Isabel II celebra este evento en 1953).
Sin embargo, también existe la posibilidad de que Meghan haya decidido quedarse en casa por sus propias razones, no le faltan motivos. El primero y quizás más probable, evitar un encuentro incómodo y eclipsar a sus protagonistas en un día tan importante. En segundo lugar, el cumpleaños de su hijo Archie, motivo por el que ha decidido celebrar una "contrafiesta" y por el que habría podido preferir quedarse en casa para celebrarlo con su familia.
Fotos | GTRES
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