Una de las citas más esperadas de la semana de la moda de París es el desfile de Jean Paul Gaultier, donde l'enfant terrible de la moda vuelve a apostar por ese toque desenfadado y urbanita en forma de prendas grafiteadas, telas metálicas y por supuesto, cuero.
Jean Paul Gaultier una vez más arriesgando e innovando, aunque no sea algo demasiado ponible (bueno siempre habrá alguna atrevida) pero también prefiero esto a la sosería que hemos visto en otros desfiles que aunque comprendo que son de un estilo más sobrio (por ejemplo Valentino o Dior) digo yo que habrá vida más allá del cabello engominado.
Lo cierto es que desde el punto de vista del peinado y el maquillaje la propuesta no es nada fácil, ni más ni menos que teñirse las raíces de colores y no de uno sino hasta de dos colores.
Algunas modelos llevaban efecto canoso y otras en azul, naranja o rojo, el resto de la melena poseía un efecto lacio, como si de cabello sucio se tratase.
El maquillaje aunque intenso no fue el protagonista, hay que reconocer que no era sencillo destacar con esas melenas, los ojos se maquillaron en un intenso negro y los labios en coral hacían el resto para conseguir ese look urbano, desenfadado y muy Gaultier.
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