Siete libros de hombres que nos han sabido mirar

Siete libros de hombres que nos han sabido mirar

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Siete libros de hombres que nos han sabido mirar

Por fortuna, hay cada vez más y mejores libros escritos por mujeres que nos describen con gran acierto. Pero reconozcámoslo: la literatura ha sido, durante siglos, territorio vedado a nuestro sexo, y las pocas que lograban publicar lo tenían que hacer bajo seudónimos. Se quejan muchas lectoras, y con razón, del lugar secundario en que quedamos a causa de que la pluma con que nos dibujaban era masculina. Sin embargo, hay escritores que han sabido pillarle el tranquillo a esto de hablar de mujeres y para mujeres. La lista seguramente es muy ampliable, pero aquí te traigo siete ejemplos tan estupendos como diferentes entre sí.

'Hombres sin mujeres', de Haruki Murakami

Hombres Sin Mujeres

Lo sé, adoro a Murakami. Pero creedme si os digo que pocos escritores masculinos hablan tanto y tan bien sobre el amor y la pérdida del mismo como él. Hombres sin mujeres es, hasta la fecha, su último libro publicado: una colección de relatos cortos que condensan la esencia de su universo y lo centran en lo que adelanta su título: hombres que se han quedado desprovistos del amor femenino. Desamor, redención, sexo casi mecánico o traiciones son algunas de las pinceladas con las que el japonés elabora sus lienzos. Atención al relato titulado 'Sherezade', con guiño incluido a Las mil y una noches.

'El mundo según Garp', de John Irving

El Mundo Segun Garp

Aviso a navegantes: este libro es adictivo… pero muy gordo. Claro que siempre tenéis la opción del ebook. La fascinante historia de Jenny, una mujer con las ideas muy claras que cría sola a su hijo, Garp, en el Estados Unidos de los setenta, te va a atrapar por montones de cosas: por el sentido del humor con el que está escrita —aunque lo que hay debajo no tiene nada, pero nada de gracioso—; por el mundo propio que ambos van construyendo para sobrevivir; por el estilo narrativo, que la hace ligera y contundente al mismo tiempo… En mi opinión, la mejor novela de Irving y un libro que, muy probablemente, os habrá cambiado la forma de ver a sus personajes principales al terminarlo.

‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, de Stieg Larsson

Los Hombres Que No Amaban

A estas alturas deben de quedar pocos lectores que no se hayan sumergido en la adictiva ficción de Larsson, que no pudo disfrutar ni del éxito del primer libro de su trilogía debido a una muerte prematura. Dos mujeres, dos, planean a lo largo de sus páginas: Harriet, una mujer misteriosamente desaparecida cuyo caso se cerró sin resolver, y Lisbeth Salander, una joven inadaptada, hacker, llena de piercings y tatuajes y con un oscuro secreto que lleva cargado a sus espaldas que se convierte en colaboradora necesaria de la nueva investigación. Créeme si te digo que Salander es, probablemente, la heroína literaria por antonomasia de este siglo.

‘Hay algo que no es como me dicen’, de Juan José Millás

Hay Algo Que No Es

Si hay un autor vivo con una prosa absolutamente identificable en español, ese es Millás; cualquiera de sus novelas aporta una sensibilidad extraordinaria, un juego de realidad y ficción que atrapa en la primera página. Pero si hay un libro con el que el autor eleva a la mujer por encima de todo es con este macrorreportaje sobre un caso real: el de Nevenka Fernández, exconcejal de Ponferrada que, durante sus años en la política, sufrió el acoso sexual y laboral del alcalde para el que trabajaba, Ismael Álvarez. El infierno que vivió hasta denunciarlo queda magníficamente retratado en un libro duro, pero necesario.

‘Almudena’, de Luis García Montero

Almudena

La extraordinaria sensibilidad del poeta granadino sube aquí un escalón. Almudena es una colección de poemas de amor: los que escribió durante años para su mujer, la también escritora Almudena Grandes. Soy consciente de que al leer poemas a todos nos da por pensar en frases en las que riman camión y avión, pero nada más lejos de la realidad. García Montero es música pura, y para demostrártelo te traigo un fragmento de su poema ‘La ausencia es una forma del invierno’, incluido en Almudena: así duele una noche,/ con ese mismo invierno de cuando tú me faltas,/ con esa misma nieve que me ha dejado en blanco,/ pues todo se me olvida/ si tengo que aprender a recordarte.

‘La tregua’, de Mario Benedetti

La Tregua

Si tuviera que hacer una lista de los diez libros que más me han marcado en la vida, sin duda La tregua sería uno de ellos. Benedetti, probablemente más famoso por sus poemas que por su prosa, firma una novela corta con estructura de diario en la que su protagonista, un hombre viudo y cerca de la jubilación, vive una historia de amor con una joven compañera de trabajo. Prefiero no contarte más, porque es uno de esos libros que hay que disfrutar con el paquete de kleenex al lado, pero quédate con este apellido: Avellaneda. Lo demás lo tienes que descubrir tú.

‘Madame Bovary’, de Gustave Flaubert

Madame Bovary

Hay pocos personajes femeninos en toda la historia de la literatura con más enjundia que el de Emma Bovary. Esa mujer insatisfecha y con la cabeza llena de fantasías —esta especie de Don Quijote con falda no parece casual, ya que Flaubert era admirador de la novela de Cervantes— es uno de los retratos más impresionantes de una mujer que un hombre haya podido hacer jamás. Desgraciada a causa de un matrimonio que la aburre con un hombre al que no ama, Emma se refugiará en sucesivos amantes buscando la relación perfecta, esa que ha leído en sus novelas románticas y que parecen haberle frito la cabeza. Pero de una vida así se sale difícilmente. Madame Bovary es, sin duda, una de las grandes novelas de todos los tiempos.

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