El otro día vimos a Angelina Jolie continuando con su estilo oscuro premiere tras premiere, y hoy seguimos con la dominación del opuesto al blanco. Tiene su lógica, ya que el verano es de este último color y el invierno por tanto, de su opuesto, además, con los tiempos que corren, un color así es muy sufrido y atemporal.
Ashley Olsen es la famosa, y a la par, una de las trendsetter más seguidas del momento, que ha vuelto a apostar por el negro en su versión más sencilla para ir a una fiesta de gala. El vestido hasta la rodilla que eligió la estadounidense era igual de simple que los de Angelina Jolie, sólo que en esta ocasión contaba con el añadido de una amplitud de las formas.
Con cierto escote en forma de V, Ashley Olsen apostaba por la eliminación de complementos, sólo un reloj de oro en su muñeca izquierda. Quizás sea el próximo hito a seguir, aunque el negro siempre haya sido el color elegido como efectista para galas y eventos, sólo que nunca ha dado la casualidad que en formas tan simples y sin adornos que lo acompañen.
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