Existe un pueblo pesquero tradicional e intacto en las costas de Cataluña, pero los turistas que no saben van a Salou

El verano se acerca y las costas del Mediterráneo ya empiezan a bullir con turistas. Destinos como Calella de Palafrugell o Salou se ahogan en masificación y los viajeros expertos prefieren rincones más desconocidos que aún mantengan la magia. Como esta villa pesquera, que ha sabido preservar su espíritu marinero tradicional en un entorno natural idílico.

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Hablamos de L'Ametlla de Mar, una pequeña localidad de la Costa Dorada de Tarragona que sigue viviendo de cara al mar. De hecho, su puerto se ha convertido en uno de sus mayores reclamos: los pescadores regresando de la faena con las redes repletas de pescado fresco que después podemos degustar en la lonja. ¿Hay algo más auténtico?

Esta localidad es un municipio que abarca 20 kilómetros de preciosas playas de arena dorada y calas de roca escondidas e inaccesibles, para todos los gustos. Aunque el pueblo en sí es pequeño, toda esta costa puede recorrerse por el Camino de Ronda Gr92, apodado el 'sendero del Mediterráneo' y convertido en una de las rutas más bonitas, con vistas a toda la costa, acantilados y rodeado de olivos y vegetación levantina.

Con semejantes vistas, no cabe duda de que el punto fuerte de L'Ametlla de Mar son sus maravillosas playas y zonas de baño. Pero nosotros vemos más allá y encontramos magia en su capacidad para mantener la paz y la tradición local en un entorno muy propenso a turistificarse. Esta villa pesquera no ha perdido su identidad y sus calles estrechas repletas de casas blancas son testigo de ello.

Puede que este pueblo no albergue grandes monumentos, pero es que su encanto radica en la sencillez, en los paseos tranquilos viendo el atardecer, en sus tienditas locales, en los restaurantes sin menú turístico y en esa vida pausada de sentarse a mirar el mar y el vaivén de las barquitas en las olas.

¿Qué puedes hacer en L'Ametlla de Mar? Desconectar. En el mar, en los bosques, en las calas, en el puerto, en una terracita con vistas al paseo marítimo. Paseando, haciendo senderismo, nadando, haciendo snorkel o incluso buceando, porque esas aguas turquesas limpísimas con suelo de roca esconden todo un mundo bajo el mar. La agencia que se encarga de organizarlo se llama Tuna Tour y está en el mismo puerto, no tiene pérdida.

Fotos | @turismeametllademar.

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