Sí, puede que como a nosotras ahora mismo el cerebro te esté haciendo cortocircuito y sería normal, porque es difícil imaginar un salto de agua con tal potencia en las profundidades marinas, pero eso es lo que ha descubierto un grupo de científicos de la Universidad de Barcelona en el estrecho de Dinamarca, entre Islandia y Groenlandia.
El origen de la cascada más alta del mundo está en el océano Ártico
De acuerdo a la noticia publicada hace unos meses en la página web de la Universidad de Barcelona, este fenómeno natural tiene una altura de tres kilómetros y un caudal de agua fría y densa que supera los tres millones de metros cúbicos por segundo. Lectoras y lectores que padecéis talasofobia, este es vuestro momento para cerrar el artículo.
Esta corriente nace en el Ártico, donde las aguas superficiales se enfrían, ganan densidad y por lo tanto se hunden. Esto a su vez desemboca en que comiencen a fluir hacia latitudes más bajas siguiendo la topografía del fondo marino, una clave para entender como en el fondo del océano se puede originar una cascada de tales dimensiones.
Y es que tal y como explican en el sitio de la universidad, el relieve submarino del estrecho de Dinamarca, donde la han localizado los científicos, en relativa poca distancia pasa de tener una profundidad de 500 kilómetros a 3000, lo que hace que la corriente de agua tome velocidad y nazca esa cascada submarina que llega hasta las grandes hondonadas del norte del océano Atlántico.
En nuestro país también encontramos estas cataratas en el norte de la costa de Cataluña, por ejemplo.
La relación entre las cascadas submarinas y el cambio climático
A nosotras más que el miedo de lo que albergue el mar y no quede a nuestra vista nos quita el sueño el cambio climático y todo lo que conlleva y a estas cataratas también les afectan estos efectos.
Según la integrante del Grupo de Investigación Consolidado en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona (GRCGM-UB), Anna Sanchez-Vidal, en el caso de las cascadas submarinas de Cataluña el descenso del número de días de tramontana en invierno debilita este proceso, clave para regular el clima y que tiene un gran impacto en los ecosistemas profundos, como se infiere de su propia formación.
Por otra parte, la experta añade además que "en las áreas polares, una mayor llegada de agua dulce y una menor formación de hielo marino también supondrá una reducción en el volumen de aguas densas que se desplazan hacia latitudes más bajas, lo que afecta a la circulación oceánica global".
Fotos | Pixabay y página web de la Universidad de Barcelona
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