National Geographic lo tiene claro: el pueblo mallorquín de Fornalutx es uno de los más bonitos de España y yo estoy totalmente de acuerdo con la afirmación, te lo digo por experiencia propia, porque fue uno de los rincones más increíbles que visité en mi última escapada a la isla.
Cuando una imagina un viaje a Mallorca piensa en playa y es cierto, como todo el mundo sabe, que tiene unas que son maravillosas y de las que disfruté plenamente el pasado verano por segunda vez, sí, repetí viaje después de 12 años, una vez más con mis amigas, y fue lo más. No obstante, la isla balear esconde rincones con tanto encanto como este o como Valldemossa, el pueblo que enamoró a Chopin, que merecen como poco una parada en tu escapada.
Así es Fornalutx, una joya de la Tramuntana
Puede que este viaje a Mallorca fuera el mejor que hemos planeado hasta el momento, ¡aprendimos hasta a qué playas ir dependiendo del viento para evitar encuentros con las medusas! Es que todo olía a éxito. Teníamos un coche estupendo alquilado y unos planes establecidos que nos ayudaron también a cambiar de rumbo cuando fue necesario.
Uno de los destinos de nuestra semana mallorquina que teníamos en mente desde que comenzamos a imaginar el viaje fue Fornalutx: queríamos playa pero también explorar la isla, ¡y vaya si lo hicimos!
La llegada a esta localidad, que por supuesto forma parte de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España, al igual que maravillas como La Alberca, se hace un poco cuesta arriba, literalmente. Si no eres fan de las carreteras de montañas, esta con sus curvas, estrecheces y recovecos no va a ser plato de buen gusto para ti, pero te aseguro que merece muchísimo la pena llegar al destino.
Sönke Biehl vía Flickr
Cuando por fin llegues, puedes dejar el coche en el parking que se encuentra a apenas unos metros de la entrada del pueblo y a partir de ahí comienza tu paseo por sus calles empedradas y empinadas con cuestas y escalinatas que no dejan de recordarnos dónde estamos: en plena Serra de Tramuntana.
Aunque no puedes perder la vista del suelo para evitar tropezones y alguna que otra caída tonta, no dejes de alzarla para apreciar el contraste de color que ofrecen los cierres de las ventanas de las casas, así como las flores y plantas que adornan las viviendas en contraste con las fachadas invadidas por el marrón de las piedras y si afinas un poco más tu enfoque puede que atisbes sus tejas decoradas, una tradición de la que hay huellas desde el siglo XVI y que consiste en dibujar animales, signos religiosos o astrales e incluso escenas de la vida cotidiana, como aseguran en la página web del Consell de Mallorca, en algunas de ellas cuando por fin se termina la construcción.
Tres paradas imprescindibles que hacer en Fornalutx
Este pueblito mallorquín puedes visitarlo de forma operativa en un pispás, pero merece muy mucho perderse por sus laberínticas calles, relajarse tomando algo en alguna de sus coquetas cafeterías y hacer estas tres paradas que te cuento y que no deberían faltar en tu ruta como comentan también en el blog de Viajeros Callejeros.
Iglesia de la Nativitat de la Mare de Déu. Se trata de un templo que data del siglo XIII que combina los estilos barroco y gótico. Es la iglesia más importante de Fornalutx.
Plaza de España. Es el lugar de encuentro principal de oriundos y turistas, además de por su belleza, por la sombra de sus árboles. Date un descanso disfrutando de algo fresquito y ve la vida pasar a otro ritmo en la plaza. Quién sabe, lo mismo hasta te planteas quedarte a vivir.
Carrer Metge Mayol, o lo que es lo mismo, la calle más fotogénica, o fotografiada de Fornalutx. Sin embargo en este pueblito todo es digno de ser recordado.
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Fotos | Sönke Biehl vía Flickr, Sönke Biehl vía Flickr y dirk.weldermann vía Flickr
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