Pepa López
Editor SeniorCualquiera que viva cerca de la costa sabe la cruda realidad sobre las gaviotas. Son seres aterradores que pueden comerte un brazo por un trozo de pan. Vale, quizá estoy exagerando, pero son animales muy hambrientos, capaces de deglutir cualquier basura porque el hambre rige sus vidas. Hasta tal punto que han aprendido a maullar, para parecer gatitos tristes y que les den comida.
Ha ocurrido en Estambul, la ciudad gatuna por antonomasia. Sus calles están plagadas de gatos callejeros que conviven de forma armoniosa con vecinos y turistas. De hecho, darles de comer es una de las principales atracciones de la capital turca, que está repleta de máquinas expendedoras de comida para gato. Les ha salido competencia: las gaviotas también quieren croquetitas y han aprendido a pedirlas.
Este vídeo ya ha dado la vuelta al mundo y no merece menos. En él vemos a una gaviota pegada a una de esas máquinas comedero para gatos. Al ver al creador de este vídeo, se pone a maullar para pedir comida. Un comportamiento que claramente ha aprendido de observar a los gatitos hambrientos y que ha implementado, porque 'idiomas, querida'.
Las gaviotas tienen un largo repertorio de sonidos para comunicarse, según los expertos. Que un ave maulle no es algo nuevo, el pájaro gato gris debe su nombre a su sonido felino. Sin embargo, que aprendan a sonar como otras especies para conseguir comida nos recuerda, una vez más, la inteligencia y capacidad de recursos que tiene el mundo animal. Alucinamos con ellos, son increíbles.
Fotos | James Wainscoat y Fernando Jorge vía Unsplash, @mustsharenews.
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