Con la crisis que nos ha caído encima parece que el simple hecho de contar con un puesto de trabajo y una paga a final de mes es ya como para darse con un canto en los dientes. Pero conformarse con tu sueldo no es nada justo si crees que te mereces ganar mucho más o que tu esfuerzo no se recompensa lo suficiente. Además, estás en tu derecho de intentarlo. Y si sigues estos consejos, de conseguirlo.
Sólo pensar en pedirle un aumento de sueldo a tus jefes te provoca taquicardias, mareos y la tensión más alta que una sobrecarga de la red eléctrica. Es de las cosas que menos te apetece hacer en este preciso momento, si no contamos con preparar todo el papeleo para hacer tu declaración de la Renta o ponerte a hacer la típica limpieza de primavera de tu hogar (¿existe alguien que haga eso, aparte de tu madre?). Pero todavía estamos empezando el año laboral y es un buen momento para hacer balance de tu trabajo, recuento de tus éxitos del año pasado y demostrarle a tus jefes que te mereces ese extra a fin de mes. Además, está demostradísimo que el que no llora…
Te damos una serie de consejos para que te sientas con seguridad a la hora de hablar con tus jefes, desde cómo calcular el sueldo que te mereces, pasando por el mejor momento o la manera de pedirlo. Ya verás cómo no te enfrentarás a esa conversación en un estado similar de congelación al de tu nómina.
1.- Calcula cuánto deberías estar cobrando.
Según Azucena Corral, responsable de Recursos Humanos de una gran multinacional española, el primer paso es comprobar si estás cobrando lo que legalmente te corresponde. Es decir, el primer paso debería ser revisar el convenio colectivo de tu área laboral para saber si te están pagando bien dentro de tu categoría profesional. Es algo tremendamente obvio, según esta profesional de RR.HH., pero no todo el mundo es consciente de ello. También puedes hacer un estudio sobre el sector y las pagas medias para calcular si la tuya se encuentra en ese parámetro o estás por debajo.
2.- Analiza el trabajo que haces.
Hay trabajos en cadena en los que no se va a cobrar más que el compañero de al lado. Por ejemplo, en una cadena de producción. No puedes pedir más dinero por mucho que quieras porque los salarios ya suelen estar establecidos para cada puesto. Pero en otro tipo de trabajos sí que hay un valor añadido, lo que tú aportas de más a tu trabajo. Por ejemplo, el nivel de idiomas, los contactos comerciales, tus conocimientos informáticos, etc. Cualquier cosa que te haga destacar sobre los demás.
En este punto, según Azucena Corral también es importante analizar tu productividad. Echar horas extras a tutiplén no significa que seas más eficiente que tus compañeros (un error que se comete muy a menudo en nuestro país). Pero sí puede pasar que seas la típica persona que asume más tareas y responsabilidades de las propias, que resuelva eficazmente o que se lleve el peso más grande del trabajo mientras otros compañeros se rascan la barriga.
Sonia Rodríguez Muriel, Directora de RR. HH. en Derprosa Film y autora de un blog profesional sobre RR. HH., también nos aconseja hacer un recuento de tus éxitos profesionales y basarse en los resultados: hechos concretos y mucho mejor si puede ser con datos cuantitativos.
3.- Haz una lista con tus conclusiones.
Cuando tengas todos los datos, y sean los más objetivos posible (un poco de auto-crítica en este apartado), extrae tus conclusiones en un párrafo no más largo de cinco líneas. Ese es el segundo paso fundamental en tu carrera para conseguir un aumento de sueldo.
Un consejo que nos da nuestra experta en RR.HH. es que no te compares con nadie de tu alrededor y que destaques siempre tus buenos resultados. Azucena también nos insiste en que antes de sentarte y, una vez tengas claros los puntos en los que destacas y qué haces para hacer a la empresa ganar dinero, pongas un valor económico a eso: es decir, calcules cuál debería ser el importe de la subida. Siempre ha de ser algo razonable, que sea real y posible. Si se pide algo estratosférico tus superiores no te harán caso y a la larga te estarás perjudicando.
4.- Averigua qué día es el más oportuno para hablar con tus superiores.
El momento adecuado es casi tan importante como el discurso que te hayas preparado para conseguir tus objetivos o el trabajo que hayas desempeñado durante todo el tiempo. Cada empresa tiene sus propias normas y tu tercer paso será averiguarlo. En algunas es normal pedir un aumento de sueldo a finales de año. En otras, durante la revisión anual de objetivos o tu evaluación de desempeño. En otras, no hay normas establecidas, en cuyo caso puedes elegir un día en el que haya una buena noticia en la empresa o que consideres que el ambiente es tremendamente positivo. Y si tus superiores tienen sólo un presupuesto ajustado para todos los aumentos de sueldo de sus empleados, no esperes más tiempo y avánzales que quieres hablar del asunto para que te tengan en cuenta a la hora de distribuirlo.
Sonia R. Muriel también hace incidencia en el momento. Según esta profesional de los RR.HH. es importante elegir bien el momento, no sólo pensando en la empresa, sino también en la persona que debe autorizar el salario. Para ella es necesario estudiar la política de la compañía: algunas empresas hacen la revisión salarial en un momento del año, intenta adaptarte para seguir ese ciclo.
5.- Pídelo y consíguelo.
En este crucial punto, cómo sea tu superior es realmente importante. Quizá es una de esas personas a las que les gusta ir al grano. En ese caso, el enfoque más adecuado es escribirle un mail pidiéndole una cita con un claro objetivo y un mensaje muy claro: “me gustaría saber si nos podemos sentar un rato para revisar mi salario”. Pero quizá tu superior es de los que se asustan fácilmente y prefiere un acercamiento más suave. En ese caso, puedes aprovechar una reunión semanal a solas de revisión de objetivos para comentarle que dados tus resultados del pasado año/trimestre/proyecto te gustaría hablar sobre la posibilidad de un incremento de tu salario.
Como Azucena nos sugiere, tener preparado un pequeño documento, ese párrafo resumen con nuestros logros y éxitos, es clave para afrontar esta conversación. Aunque tu superior puede tener una idea de lo que haces en tu día a día, puede que no tenga en mente todas las tareas que asumes y todos tus éxitos. Contárselo es fundamental a la hora de conseguir ese aumento que deseas.
Sonia R. Muriel nos da varias claves en este punto decisivo. Primero, aconseja preparar la reunión para solicitar el aumento de sueldo, ensayar bien antes lo que vas a decir, los hechos que vas a presentar, los argumentos, etc. La improvisación para un tema tan importante no suele ser buena compañera de viaje en estos casos. A continuación, aconseja evitar mencionar a otros compañeros ni sueldos de los demás. Céntrate en ti, en tu valor para la compañía en lo que has aportado y puedes aportar, y sobre todo, enfoca la conversación desde un punto de vista positivo y constructivo, aunque la respuesta sea NO. Y por último, Sonia nos hace hincapié en que tengas cuidado con tu lenguaje corporal y tu imagen. En un escenario profesional es importante. La imagen que proyectas también lanza un mensaje y puede reforzar tu discurso o influir negativamente en el mismo.
¿Y si tienes un gran NO?
No es el fin del mundo. A nadie le gusta que le rechacen, claro, pero tampoco tiene que ser un motivo para rendirte. Lo primero que debes hacer es preguntar si lo considerarán en un futuro, cuando sea mejor momento. Si tu superior es incapaz de decírtelo, en ese caso es señal de que no está haciendo su trabajo bien o de que la compañía no está bien estructurada. Pero en el caso de que te dé una respuesta razonable y lógica de por qué no te conceden un aumento, puedes considerar el resultado de la reunión como positivo. Ahora sabes exactamente lo que tienes que hacer para que la próxima vez te dé un gran SÍ.
Fotos: Pixabay.com
En Trendencias|Cómo sacarle partido a tu jornada de trabajo: 9 hábitos para mejorar tu productividad