"La opinión pública ha conseguido que las empresas actúen tras la catástrofe de Bangladés", Isidor Boix Lluch

"La opinión pública ha conseguido que las empresas actúen tras la catástrofe de Bangladés", Isidor Boix Lluch

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"La opinión pública ha conseguido que las empresas actúen tras la catástrofe de Bangladés", Isidor Boix Lluch

La catástrofe de Rana Plaza causó la muerte de 1.138 personas y dejó más de 2.000 heridos. Una desgracia que generó un terremoto de reivindicaciones sociales y laborales que aún hoy se mantienen abiertas, después de haber avanzado de forma destacada en algunos aspectos de la seguridad y de las condiciones de los trabajadores. El edificio de Bangladés, situado en la capital, Daca, provocó la unión de grandes empresas del textil internacional para que algo así no vuelva a ocurrir. Estas corporaciones ven cómo la opinión pública cada vez presiona más para evitar que sigan sucediendo hechos de este tipo y les instan a modificar su forma de negocio. Comienzan "a surgir estructuras multinacionales donde antes lo has había", como nos cuenta en esta entrevista Isidor Boix Lluch, miembro de la Secretaria de Internacional de Comisiones Obreras de Industria y Coordinador de IndustriALL de Global Union, la Federación sindical internacional, para el Acuerdo Marco Global con Inditex.

Isidor Boix Ccoo Industriall Isidor Boix Lluch

¿Cuál es la situación actual de Rana Plaza después de dos años de la catástrofe?

Es una situación muy compleja, pero se sigue avanzando lentamente. Hay dos temas esenciales, con dos procedimientos en marcha. Uno de ellos es la seguridad de los edificios, con la prevención de incendios. Y el otro es la indemnización de las víctimas, que todavía hoy está pendiente de solucionar.

"Casi 200 marcas mundiales han firmado y están participando en el acuerdo sobre seguridad y prevención de incendios"

En los dos procedimientos hay una implicación distinta de las diversas instancias. En el de seguridad y prevención de incendios el mecanismo es claro y es positivo, casi 200 marcas mundiales han firmado el acuerdo y están participando de una u otra manera. Funciona, entre las mejoras: hay inspecciones en los centros de trabajo, se han tomado medidas para mejorar las condiciones de trabajo, se han elegido comités de seguridad, no siempre con los requisitos esperados, pero en definitiva ha supuesto un avance muy importante en la estructura de los propios trabajadores.

En cambio, con el tema de indemnización a las víctimas se ha suscitado una preocupación, que en algunos casos es una excusa por parte de algunas marcas mundiales, en el sentido de que aportar fondos directos para indemnizar a las víctimas presupone un cierto compromiso o asunción de responsabilidades, lo cual en parte es cierto, pero por otra parte tiene un carácter humanitario, al mismo tiempo que de responsabilidad objetiva del conjunto de marcas que en algún momento compraron en el país. Todavía hacen falta alrededor de 10 millones de dólares para cubrir plenamente el presupuesto. En este momento se ha cubierto en torno al 60%-70% de la responsabilidad, con baremos del país.

Entonces se está trabajando, ha habido avances en la estructuración sindical de los trabajadores de Bangladés, que es además una referencia imprescindible para poder hacer algo más que pura filantropía externa sino algo que mejore la condición de la gente afectada. Todavía se está en un proceso complicado y difícil de prever. En este sentido, Bangladés sigue siendo una referencia en el mundo, en la medida que en la práctica no existe una legislación mundial, en la medida que los problemas de la globalización plantean cuestiones para resolver de forma global y no hay instancias claras que permitan afrontarlos. Es nuevo que haya un conjunto de empresas que se hayan puesto de acuerdo con las estructuras sindicales y otras partes, pero al mismo tiempo sigue habiendo enormes deficiencias a la hora de abordar estos problemas.

"Los empresarios multimillonarios de Bangladés tienen la responsabilidad directa de la catástrofe, y por tanto tendrían que participar en el fondo. Hay una tremenda deficiencia"

¿Cómo ha sido la aportación de cada empresa al Fondo Fiduciario de Donantes Rana Plaza? ¿Por qué unas han aportado más que otras?

Se han hecho públicas algunas cifras, en otros casos se ha hecho público el simple hecho de la aportación como se puede ver en nuestra página web de la Federación Sindical Internacional de Industria. Hay un cierto oscurantismo como resultado de lo que antes comentaba. También es cierto que no solo hay una responsabilidad de las marcas, nosotros estamos insistiendo en este ámbito porque es donde hay posibilidades por otra parte, pero al mismo tiempo es responsabilidad del gobierno del país y de los propios empresarios.

"Todavía hacen falta alrededor de 10 millones de dólares para cubrir plenamente el presupuesto"

Cuando hablamos de Bangladés tenemos la tendencia a considerar que es un país de una realidad con unos medios muy bajos, casi pensamos en las personas más pobres de este mundo, algo que puede ser válido para los trabajadores del país, pero no lo es tanto para los empresarios de Bangladés. Hay millonarios y multimillonarios que trabajan aquí y no siempre son empresarios nativos; hay bastantes chinos o coreanos, por ejemplo. Al mismo tiempo estas personas tienen la responsabilidad directa de la catástrofe, porque en definitiva las fábricas son de ellos, quienes hacen el negocio vendiendo a las marcas son ellos, y por tanto tendrían que participar en este fondo. Lo cierto es que aquí hay una tremenda deficiencia.

Bangladés es un país con un problema político a nivel institucional tremendo. Hay familias que históricamente se disputan el poder. Precisamente ahora, en marzo, terminó una extraña fórmula de una huelga general de tres meses instada por una de las familias en la oposición que casi paraliza al país. Hay una situación que complica que las instituciones del país asuman su responsabilidad en el asunto.

¿Qué medidas ha podido tomar Bangladés hasta este momento?

Bangladés ha participado algo, se ha intentado implicarles en distintos ámbitos. Pero en muchos casos a la hora de hacer la inspección de seguridad de los edificios se ha tenido que hacer casi al margen de las estructuras estatales. Hay implicaciones y la propia presencia de la patronal del país aparentemente funciona, hay un acuerdo formal tripartito de 2014 del gobierno del país, de la patronal y de los sindicatos para hablar de todos estos temas. Pero esto funciona con muchas dificultades.

Rana Plaza Banglades El derrumbe del edificio Rana Plaza, 24 de abril de 2013

¿Y a la hora de asumir responsabilidades penales?

Hay un procedimiento penal abierto en el país, aunque parece que al final estas cosas se pierden, pero hay un procesamiento concreto de algunos de los responsables de las fábricas hundidas. En este momento se ha diluido todo absolutamente. La responsabilidad más importante que se ha derivado de estos hechos es la que hemos asumido en el mundo entero.

¿Las compensaciones económicas de los grandes grupos son algo significativo o un pequeño gesto que a ellos podría suponerles lo mismo que a mí comprarme unas zapatillas?

"El procesamiento penal de algunos de los responsables de las fábricas hundidas se ha diluido"

Bueno, no me parece mal el ejemplo. La deshumanización de los problemas, cuando se traducen en cifras y cuando los vehículos humanos son los que circulan, son tan complejos de instituciones, empresas… Frente a esto es difícil saber cuál sería la respuesta adecuada. Es verdad que aquí hay una perdida de sensibilidad humana evidente, resultado por otra parte de nuestro mundo. Al mismo tiempo, también es cierto que es uno de los problemas para el cual convendría buscar mecanismos que le dieran otro sentido y canalizaran de otra manera las responsabilidades y las iniciativas que se producen.

En el Fondo Fiduciario de Donantes Rana Plaza solo se han conocido las empresas que han participado y algunas cantidades. ¿Por qué no ha hay una información abierta y concreta?

Un tema que hemos planteado a todas las empresas es que habría que hacer públicas las cifras aportadas. Este secretismo no ayuda. Evidentemente cada empresa tiene un volumen de producción y facturación particular y se podrían establecer mecanismos para adaptar estas cantidades. En un momento dado planteamos de manera muy concreta establecer unos coeficientes de que la mitad de las indemnizaciones las asumieran las empresas y la otra mitad el país, además de las asociaciones empresariales de Bangladés. Inditex y Primark incluso hicieron estudios y aportaron datos pero al final no fue posible concretar un acuerdo de responsabilización concreta porque planteaba un tema jurídico complicado. Si hay una aportación cuantificada y regularizada a lo mejor esto deriva en una cuantificación de responsabilidad penal. Finalmente no fue posible llegar a una estructura como en las cuestiones de seguridad y prevención de incendios, donde sí se está cumpliendo bastante bien. El fondo de compensación a las víctimas se ha enfocado de manera humanitaria y por tanto no hay un requisito directo de aportación para las marcas y empresarios del país, lo cual se ha traducido en desequilibrios bastante poco aceptables en la práctica.

"Si hay una aportación cuantificada y regularizada a lo mejor esto deriva en una cuantificación de responsabilidad penal"

Hay voces que aseguran que a las empresas les compensa más estas situaciones y pagar si pasa algo que no evitarlo antes. ¿Esto va cambiando?

En la medida en que la sensibilidad de la opinión pública se vaya desarrollando empieza a surgir la idea que la prevención de los problemas es lo esencial, no tanto resolver los problemas cuando se producen. Lo que pasa es que la mezcla de los dos mecanismos de intervención se está produciendo y se está produciendo con acentos distintos según el momento.

Es posible afirmar que el concepto de responsabilidad social de las empresas ha avanzado, ha tenido una sacudida por este tema, y esto implica, incluso, desde el punto de vista humano, la implicación de muchas más personas a raíz de Rana Plaza. Personas que empiezan a entender que este es un problema significativo para resolver y la importancia de organizar el mundo de otra manera. De alguna forma estamos avanzando, otro tema es la lentitud del proceso y la insatisfacción que produce al ver tantas cosas pendientes.

Al hilo de esto, después de la catástrofe se llamó al boicot a muchas de las firmas, aunque al final estas han seguido subiendo en beneficios. ¿Lo de Rana Plaza les ha repercutido de alguna forma en el público o en la imagen?

El tema boicot es muy complejo. Castiga de forma relativa a las empresas afectadas, porque el boicot se traduce en que si se deja de comprar una marca se compra otra, por lo tanto no es que se deje de comprar. Otro tema que aquí está implícito es que si esto pudiera modificar el sistema de consumo. Hace años, probablemente con un abrigo y un par de zapatos se subsistía, ahora hacen falta muchos más. Por tanto aquí hay un problema de modelo de consumo.

"La capacidad de generar instituciones que apoyen los intereses colectivos, que castiguen los incumplimientos y que busquen alternativas es la vía esencial, y no el boicot"

Desde el punto de vista sindical, casi nunca planteamos el boicot en estos términos porque a quien acaba perjudicando es a los trabajadores, a los que queremos ayudar para que exploten menos. Y si en este caso el boicot podría acabar con su trabajo. De alguna forma el boicot no es la vía esencial, esta es la capacidad de generar instituciones que apoyen los intereses colectivos, que castiguen los incumplimientos, que busquen alternativas… Es más la institucionalización de estos mecanismos de solidaridad, de denuncia y castigo de los crímenes que no tanto el boicot, que de alguna manera es inhibirse en el fondo, y en la práctica no ayudamos. Su eficacia es muy limitada, cambiando un producto por otro.

¿Por qué ese secretismo por parte de muchas de las empresas que tardaron en decir que sí trabajaban en Rana Plaza?

Este es otro de los grandes problemas. En la interrelación entre las grandes estructuras de producción, de comercialización y demás prácticamente todas las grandes marcas están en el país. Ahora, en aquel momento, punto e instante de Rana Plaza muchas ya no. Este aspecto sería secundario en el fondo, aunque formalmente en ocasiones es un pretexto para reunir responsabilidades. Se ha trabajado en este tema y en una visita reciente a Bangladés para ver cómo estaba la situación actual te das cuenta que al día hay unas 20 ó 30 marcas produciendo. Hay una relación tan profunda y permanente que no sirve decir “yo estaba o no”, el mecanismo es mucho más complejo.

"En el momento del accidente estaban Mango y El Corte Inglés con pedidos pequeños, Inditex estuvo antes pero había cesado su relación con ellas a raíz de la auditoría a las mismas realizadas"

Inditex es una de las empresas que decía que no estaba pero al final sí que aportó dinero al fondo de las victimas.

Sí, desde el punto de vista sindical, la participación de Inditex nos ha parecido de las más positivas. Parece que había tenido actividad industrial un año antes del accidente y que había buscado otros compradores por muchas razones. Inditex ha aportado fondos cuyas cantidades no se han hecho públicas, pero así como con otros hemos denunciado la absoluta desproporción del fondo aportado, en el caso de Inditex ha sido favorable.

Por otra parte, Inditex forma parte del comité de dirección de todo el proceso. Se ha implicado bastante. Un caso contrario a otras marcas, en particular las estadounidenses, que se han inhibido y han montado una estructura paralela en relación con los sindicatos.

Rana Plaza Banglades Las fuerzas locales rescatan a las personas del Rana Plaza, 25 de abril de 2013

¿Es posible que Inditex se haya situado como un ejemplo a seguir por el resto de empresas dentro del campo de responsabilidad social corporativa?

"Inditex es el primero, y todavía casi único, acuerdo marco empresarial con los sindicatos sobre el tema de responsabilidad social"

Hay un dato objetivo. Durante estos días estuve en Japón con motivo de la reunión del grupo de trabajo de IndistriALL Global Union sobre el textil. De nuevo constatamos que Inditex es el primero, y todavía casi único, acuerdo marco empresarial con los sindicatos sobre el tema de responsabilidad social. Hay otras empresas que tienen políticas sociales importantes, como pueden ser H&M, C&A o GAP Inc. pero no las han traducido en un acuerdo formal como es el caso de Inditex, que da derechos a los sindicatos locales, que da información de su cadena de producción, da datos concretos para hacer frente a los temas, que en el caso de Bangladés está realizando un tema importante.

Más que decir un ejemplo, Inditex es uno más de los que hay en torno al cual hay que seguir trabajando cada día. No se trata de decir ya lo hacen bien y listo, sino que hay que estar coordinando y mejorando todo. En este momento, Inditex sí es una de las referencias positivas que hay en nuestro trabajo sindical a la hora de evaluar cuestiones de responsabilidad social de las empresas.

Cuando se ve desde fuera cuesta entender que haya empresas que aún ganando grandes sumas millonarias prefieran aumentar su beneficio a costa de condiciones tan injustas como las de Rana Plaza. ¿Cómo repercutirían las medidas que desde los sindicatos les instáis a implantar? ¿Perjudican tanto como para no tomarlas?

Es un razonamiento muy lógico y muy elemental que cuando se traduce en las relaciones económicas mundiales se trastoca un poco. El salario mínimo es un tema que estamos abordando en la actualidad. Buscamos que en todas partes el salario suponga una retribución del trabajo que permita vivir, el salario vital. Ahora hay 14 marcas, que no es poca cosa ya, entre ellas también está Inditex, que han elaborado un documento con el cual aceptan que si aumentan los salarios están dispuestas a aumentar el precio de su mercancía comprada allí - como es el caso de Camboya -, sabiendo, por otra parte, que esto representa muy poco para ellas.

"Los gobiernos, a través de la OMC, se han negado a que los productos del comercio mundial tuvieran una garantía de un sistema de producción decente"

A ningún empresario le vamos a pedir que haga filantropía, pero al mismo tiempo necesitamos establecer mecanismos que supongan avances, como el salario vital. En la práctica el mundo se está reequilibrando ya. Cuando en Bangladés el salario mínimo pasó hace poco de 38 dólares a 67 dólares al mes puede parecer una miseria pero al mismo tiempo la subida supone un porcentaje muy elevado, supone casi el doble. La mezcla de todos estos mecanismos se está traduciendo, a pesar de lo correcto de la denuncia y precisamente gracias a esta, en que estamos avanzando.

¿Mango y El Corte Inglés fueron las empresas españolas implicadas en ese instante de Rana Plaza?

En el momento del accidente estaban Mango y El Corte Inglés con pedidos pequeños, Inditex estuvo antes pero había cesado su relación con ellas a raíz de la auditoría a las mismas realizadas. Luego había un problema secundario que luego se ha perdido porque tiene muy poca significación, y es el de un empresario español que participaba como intermediario.

¿Cómo ha sido la reacción de Mango y El Corte Inglés?

Mango y El Corte Inglés fueron de las primeras empresas en firmar el acuerdo sobre seguridad y están participando en el proceso. Las cifras de las indemnizaciones que han aportado no son públicas y el conocimiento de estas que nosotros tenemos apunta a que son mejorables.

El Corte Inglés tiene una presencia en el MSCI, que es una estructura europea de responsabilidad social y está participando en el comité coordinador del Fondo de solidaridad. Hay una actividad real que consideramos correcta, aún siempre mejorable.

¿Estas indemnizaciones se aumentarán en un futuro o se quedarán como están?

Como el tema no está cerrado, en ambos casos les hemos dicho que hay que mejorar la aportación. La respuesta ha sido que lo considerarán.

"El cambio de decisión de Benetton indica que es posible conseguir transformaciones en las actitudes de nuestras empresas a través de la opinión pública"

Algunas empresas como Benetton aún siguen sin aportar un euro al fondo después de haber accedido a hacerlo tras la presión pública.

Benetton ha sido una de las grandes marcas mundiales presentes en Bangladés desde hace tiempo que se había negado a asumir cualquier tipo de responsabilidad, ni en prevención de incendios ni en la solidaridad con las víctimas. Recientemente ha afirmado que sí asumía esta responsabilidad pero no tenemos todavía constancia de que haya hecho algún gesto concreto sobre el tema. Es un ejemplo de la realidad del problema: tanto del intento de no responsabilización como de la eficacia de la opinión pública en catástrofes como estas, aunque sea lenta y diluida. Es quizá un caso que muestra que es posible conseguir cambios en las actitudes de nuestras empresas a través de la opinión pública.

Rana Plaza Banglades El rescate tras el derrumbe del Rana Plaza, 24 de abril de 2013

Primark dice haber pagado ya 11 millones de dólares de los 14 millones que ofreció, ¿ha sido una de las compañías modelo en la respuesta de la catástrofe?

"Primark ha hecho una aportación al fondo, superior al promedio, y al mismo tiempo una aportación específica a los trabajadores de las fábricas que trabajaban para ellos"

Primark es una de las empresas que ha tenido una actitud positiva. Seguramente vinculado a que está trabajando con ellos un hombre que fue uno de los creadores del mecanismo de responsabilidad social dentro de Inditex. Por las circunstancias del momento, Primark era una de las grandes marcas que tenía una actividad productiva muy importante en Rana Plaza. Ha hecho una aportación al fondo, superior al promedio, y al mismo tiempo una aportación específica a los trabajadores de las fábricas que trabajaban para ellos. También han propuesto distintas ideas interesantes para prevenir problemas similares a este. Es una de las marcas con más iniciativa en este momento.

Después de Rana Plaza se han conseguido la firma de acuerdos como Acuerdo de Bangladés sobre Seguridad en la Construcción de Edificios y de Instalaciones de Sistemas contra Incendios, ¿ha sido el gran paso dado? ¿Hace falta una gran catástrofe para que se llegue a un acuerdo así?

Sí. Este se está trabajando ahora. Ha sido interesante y se han mejorado la estructura, la seguridad y otras medidas que favorecen la seguridad de los trabajadores. Este terreno es menos espectacular, ya se trata del día a día y de la actividad sindical, pero hay un proceso muy interesante que contribuirá a mejorar el país.

¿Es posible que este acuerdo se pueda extrapolar a otros países como ejemplo de buena práctica para evitar otras catástrofes?

Sin duda, implícitamente ya se ha extrapolado. Lo que ocurre es que Bangladés es muy particular. Para que lo entendamos: con un tercio de extensión de España tiene más del triple de habitantes (más de 158,28 millones a 5 de abril de 2015 frente a los 46,46 de España en 2014). Los hundimientos de los edificios son resultado de la mala construcción. Se calcula que si subiera el agua poco más de medio metro la mitad del país quedaría inundado.

El hecho de que 200 marcas se hayan coordinado, siendo competidoras entre sí en el mercado, es positivo, aún sin haber ninguna instancia mundial que haya sido capaz de intervenir; la OIT está ayudando, pero a partir de la iniciativa de otros, no a partir de la suya propia, las estructuras de la ONU no han sido capaces de tomar la iniciativa, solo de un eco positivo. Ha sido la primera vez que se ha producido un acuerdo colectivo de un número importante de empresas con las estructuras sindicales para crear instrumentos de actuación. Estamos generando estructuras multinacionales en unos ámbitos donde no las había. Tienen una incidencia evidente y pueden ser referencia para el mundo en su conjunto.

¿Bangladés es una excepción o en el resto de países donde se encuentran este tipo de empresas también hay prácticas de este tipo?

"Ha sido la primera vez que se ha producido un acuerdo colectivo de un número importante de empresas con las estructuras sindicales para crear instrumentos de actuación"

Bangladés es uno de los países con niveles económicos y de salario más bajos en todo el mundo. El más bajo es Myanmar, la antigua Birmania, donde el salario es la mitad de Bangladés. En la zona con Camboya, China, Tailandia… hay una situación cualitativamente similar, pero también se está produciendo una modificación al alza. En el caso de Vietnam el incremento del salario mínimo ha sido muy alto, en este momento ya están a 150 dólares al mes y partían de 30 ó 40 dólares hace poco tiempo. Mismo caso en Tailandia y China, en este último ha habido grandes huelgas en el sector del metal y de la informática. Luego también podríamos ver similitudes en India y Paquistán, en el norte de África , en Etiopia o en Perú y Bolivia, donde hay otras realidades pero tampoco tan distinta en muchos aspectos.

¿Este tipo de práctica de fabricación está asociada solo al low cost o también a marcas de mayor coste?

Es algo común a todas. Las de mayor coste podrán tener fábricas un poco mejores. Las fábricas técnicamente son muy buenas, pero son muy similares. Los productos de low cost o de mayor coste se hacen en los mismos sitios. En este tipo de fábricas se encuentran todas las marcas.

Si los consumidores ahora conocemos este tipo de negocios, ¿qué parte de responsabilidad tenemos nosotros al comprar en estas marcas?

Ahora conocemos la realidad y tenemos un conocimiento mundial claro. Hay una responsabilidad que no pasa solo por el hecho de comprar o dejar de comprar, aunque quizá si esto nos ayudara a establecer un modelo de consumo distinto sería interesante, pero la responsabilidad pasa por que nos sintamos ciudadanos e intervengamos en el mundo a través de las instituciones.

"Nuestra responsabilidad pasa por que nos sintamos ciudadanos e intervengamos en el mundo a través de las instituciones"

Desde el punto de vista general, los sindicatos hemos estado planteado en la Organización Mundial del Comercio desde hace años que los productos del comercio mundial tuvieran una garantía de causa social, en definitiva, de unas garantías de un sistema de producción decente. La OMC es una de las pocas organizaciones que tiene capacidad coercitiva desde el punto de vista de la regulación del comercio mundial y hasta ahora se han negado. Es decir, que los gobiernos se han negado.

Nosotros tenemos la responsabilidad de quién nos gobierna y qué hace en las instancias internacionales. Esta es la responsabilidad que hemos de asumir los ciudadanos, no podemos decir que nuestra opinión no cuenta. Claro que cuenta, a través de este tipo de instituciones. Ahí sí que podemos incidir. Es un proceso muy lento. Cuando vamos a votar no pensamos tanto en la actuación del gobierno en estos temas sino en aspectos más inmediatos. Y lo que pasa en otras partes del mundo, como Bangladés, acaba repercutiendo en otras zonas.

Protestas Rana Plaza Banglades Cadena humana para exigir las indemnizaciones por Rana Plaza, 23 de octubre de 2013

¿Cuáles son los próximos retos del sector textil en este momento?

Que el trabajo logre ser decente. Los derechos del trabajo, que viene a decir derechos humanos. En el fondo lo esencial ahora no sería tanto generalizar, porque sería imposible de hoy a mañana que todo el mundo tuviera el mismo salario, pero que todo el mundo tuviera los mismos derechos sí. Por tanto, la globalización de los derechos es el eje de la actividad internacional de todos estos temas.

Fotos | Cordon Press, IndustriALL
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