¿Tienes una fiesta a la vista? Buscas un tutorial de maquillaje. ¿No sabes cómo preparar esa tarta que te comprometiste a hornear para el cumpleaños de tu prima? Miras un vídeo que te lo cuente. ¿Te vas de viaje y quieres saber algunos tips? Visitas el lugar virtualmente a través de esa youtuber que estuvo hace unos meses.
Youtube está cada día más presente en nuestras vidas y es un recurso que nos encanta para resolver dudas (seguro que ese vídeo que te dice cómo dibujar el eyeliner perfecto es uno de tus favoritos) o para inspirarnos —los hauls de moda de las bloggers son, hoy por hoy, como nuestras series favoritas.
Si tú, después de haber pasado meses enganchada a los vlogs de Dulceida, Paula Gonu y demás estrellas de la red social, te has animado a abrir tu propio canal, tenemos una serie de consejos que darte para cuando salgas a grabar al exterior.
Sí, seguro que tus primeros pinitos los haces en casa, pero cuando pierdas la vergüenza buscarás escenarios que combinen perfectamente con tus outfits para saludar a tus seguidores. Del “¡Hola, preciosos!” de Dulceida al “¡Hola, personas guapas!” de Paula Gonu, ¿tú tienes ya tu grito de guerra?
Vaya por delante que, para comenzar a demostrar tu desparpajo, no necesitas proveerte de un gran (y pesado) equipo. Contar con un móvil como el Asus Zenfone, con una cámara que te mirará con buenos ojos allá donde grabes, será una estupenda opción.
El buen pulso está de moda
No hay cosa que más empobrezca un vídeo que una serie de imágenes movidas. Olvida los planos tipo cámara oculta (a menos que estés grabando un vlog de este estilo) y deja que el estabilizador de la cámara de tu móvil haga su trabajo.
Eso sí, para que las imágenes sean todo lo nítidas que tu canal se merece, nunca está de más echarle un cable: apóyate en algún elemento que funcione como trípode —hasta una ventana te puede servir—, evita los giros de cámara excesivamente rápidos y (aunque suene a consejo básico, nunca está de más recordarlo) no cambies la orientación de tu teléfono o te volverás loca editando.
Piénsalo: conforme tu comunidad de seguidores crezca querrás editar a la velocidad del rayo
Es cierto que algunos errores como los planos ligeramente movidos se pueden solventar a posterior con programas básicos de edición de vídeo. Pero, cuanto más dejes resuelto en el momento de la grabación, menos tendrás que retocar después.
Piénsalo: conforme tu comunidad de seguidores crezca y te apetezca ofrecerles nuevo contenido, querrás editar a la velocidad del rayo. ¿A que contar con un buen estabilizador de serie te parece ahora un must?
Sentido y sensibilidad
No, tranquila, no vamos a recomendarte que hables de asuntos sensibleros en tus vídeos (ojo, cualquier temática puede encontrar su nicho en el fabuloso mundo de Youtube). Venimos a recordarte la existencia de una herramienta que tienes entre tus manos y que puede serte de gran utilidad: la sensibilidad ISO de tu cámara.
“WTF?” Si esa sería la cartela que aparecería junto a ti ahora mismo en el caso de que tu vida fuera un vídeo en streaming, aclarémonos: el valor ISO es el que marca la cantidad de luz que recoge el sensor de tu cámara. A un valor más alto, más luz entrará. Y viceversa.
“¿Y a mí qué me cuentas?”, pensarás. Bien, lectora impaciente, esto también va contigo. Imagina ese atardecer que quedará genial en tu vídeo sobre planes que hacer en una tarde de invierno. Son las cinco y media de la tarde, es diciembre y anochece pronto.
Cuando tus imágenes estén saliendo oscuras y apenas se distinga tu abrigo rosa pastel de tus jeans, entra en el modo avanzado de la cámara de tu smartphone, selecciona una ISO más alta… y a grabar con buena luz para poder lucir tu look.
Advertencia para las youtubers de la sala: un número ISO más alto implica, también, más ruido en la imagen. Si de repente ves que tus planos tienen ese aire vintage que tanto está triunfando últimamente entre las instagrammers, no es que tu cámara se haya puesto trendy, es que tienes escenas con un poco de grano. Míralo de forma positiva: ¡filtro incorporado a tu vídeo!
Vídeos por las nubes
El gran problema de las grabaciones en interior es la falta de una buena luz. Si sueles grabar en exterior, ese no será tu hándicap, pero hay que tener en cuenta que no todas las luces naturales son igual de favorecedoras.
Tendemos a pensar que un mediodía soleado es el mejor momento para hacer fotos o grabar. ¡¡Meeec, error!! Los días ideales para una buena sesión en la que contar tus aventuras a tus suscriptores son los nublados. Porque, cuando el sol cae sobre nosotras de manera perpendicular, las sombras son duras y endurecen los rasgos. Los días con nubes, sin luces directas que incidan sobre nuestro rostro, mitigan ese efecto.
¿Qué hacer si vives en una ciudad donde el sol es la constante? Es decir, ¿qué hacer si vives en cualquier punto de España que no sea Galicia o el frente Cantábrico? Muy fácil: ayudarte de la tecnología.
Porque hay trucos que, pase lo que pase y tengamos la luz que tengamos a nuestro alrededor, nos ayudan a ponernos aún más guapas. Como la app SelfieMaster de Asus ZenFone 4, algo así como un make up digital que nos ayuda a mejorar el tono de la piel y unificar texturas tanto en nuestras fotos como en nuestros vídeos.
No te eches a temblar: no se trata de un ‘efecto belleza’ de esos abrumadores que te difuminan hasta la nariz y te dejan irreconocible. Es, sencillamente, una especie de ISO para humanas con el que podrás brillar (aún) más.
Imágenes | Unsplash - Jason Blackeye, Clarisse Meyer, Brooke Cagle, Els Fattah