El color influye en nuestras vidas abarcando facetas que ni siquiera imaginamos. La gama cromática que nos rodea no solo afecta a nuestro estado de ánimo, sino que construye una realidad nueva. Por eso, la noticia de qué color elige Pantone cada año como el tono que marcará los próximos 365 días genera tanta expectación.
Moda, diseño, arquitectura y demás disciplinas artísticas están pendientes de ese anuncio y esperan con ganas que la conocida como ‘autoridad global del color’ desvele cuál será, de entre las más de 1.800 que figuran en su catálogo, la tonalidad imperante en el universo de las tendencias.
“Pero, ¿por qué quedarnos con un solo color cuando la naturaleza y la vida tienen muchos más de 2000?”, dirás tú, persona optimista y amante del rosa, el azul, el verde, el amarillo y los matices de cada uno de ellos. Y eso, apreciar cada matiz y cada destello es algo casi mágico que sucede cuando miramos los televisores QLED TV de Samsung, que son capaces de reproducir el 100% del volumen del color y de mostrarnos nada menos que mil millones de colores.
Te preguntarás si existen tantos colores y la respuesta, claro, es que sí. De hecho, ese abanico tan amplio de tonalidades consigue que las imágenes que vemos en la pantalla sean totalmente fieles a la realidad. Cuando mires una película, te dará la sensación de que prácticamente estás dentro de ella, casi respirando los aromas de los paisajes. ¿Recuerdas la escena de ‘Mary Poppins’ en la que la niñera, los niños y el deshollinador se adentran en un cuadro? Con modelos como el tope de gama Q9FN con tamaños desde 55 hasta 75 pulgadas, te ocurrirá algo similar.
Un largo proceso
Pero, aunque haya millones de colores rodeándonos, ¿cómo se selecciona el que marcará nuestros looks y elecciones de maquillaje durante todo un año? El proceso no tiene nada que ver con el azar ni con meter en un bombo todas las posibilidades y extraer una —aunque por entonces, en diciembre, sea época de loterías—. La encargada de tomar tamaña decisión es una división de la empresa estadounidense de catalogación de los colores.
Varios directivos, junto con unos 40 expertos de distintos ámbitos, analizan el contexto político, social, económico y cultural y, a partir de ahí, comienzan a tomar decisiones. Primero, seleccionan la gama de colores en la que se van a centrar —por ejemplo, si consideran que el mundo necesita energía, apuestan por los rojos—, después eligen el tono concreto y, por último, le dan un nombre. Eso sí, tiene que ser uno que no resulte ofensivo en ningún país o cultura, pues su decisión llega a los confines de la Tierra.
Mayoría de edad del color of the year
Aunque las tendencias siempre han apostado por unos colores u otros en mayor o menor medida (por todos es sabido que, por ejemplo, en épocas de crisis el pintalabios de color rojo es el más vendido), aquello de tener un ‘color del año’ no es tan antiguo. El año 2000 fue el primero en el que se seleccionó uno entre todos los que existen o, mejor dicho, entre todos los que el ojo humano puede ver. Y se eligió el Cerulean. Sí, el color azul cerúleo que todas recordamos gracias a ‘El diablo viste de Prada’.
Desde entonces, nos hemos vestido con el Tigerlily (un tono anaranjado) de 2004, le hemos perdido el miedo al amarillo gracias al Mimosa de 2009, nos hemos maquillado ojos y labios con el Honeysuckle rosado de 2011, nos hemos enamorado de los tonos pastel Rose Quartz y Serenity de 2016 —la única vez que se escogieron dos colores— y nos hemos vuelto eco con el Greenery de 2017.
Y a todos ellos les tenemos un especial cariño, pues ya forman parte de nuestro particular archivo de colores —seguro que no tienes que hacer mucho más que abrir tu armario para comprobar que caíste rendida ante los encantos de todos ellos—. Por eso, cuando los veas brillando a toda pantalla en tu televisor QLED TV como en el más nítido de tus recuerdos, sabrás reconocerlos a la perfección.
El rosa como el del vestido que llevaste a esa boda, el amarillo como el del bolso que te regaló tu madre, el naranja como el de ese pintalabios que te atreviste a probar... En modelos de televisor como el Q9FN que mencionábamos antes, y gracias a la tecnología QHDR, que nos ofrece imágenes especialmente nítidas, los colores brillan como en los días más luminosos. Aunque fuera de casa las nubes no se quieran marchar.
Púrpura para un 2018 tecnológico
¿Y cuál será el próximo color que entrará en nuestros armarios y que reconoceremos de un vistazo en nuestro televisor Samsung? A estas alturas del 2018, pocas serán las que no sepan que el tono Ultra Violet es el color of the year.
“Vivimos en una época que requiere inventiva e imaginación. Es este tipo de inspiración creativa la que es inherente al Ultra Violet, un púrpura de base azul que eleva el listón de nuestro potencial y nuestra percepción, desde la exploración de nuevas tecnologías y la inmensidad del universo hasta la expresión artística y la reflexión espiritual: el intuitivo Ultra Violet ilumina el camino de lo que está por llegar”, indicó Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del Pantone Color Institute.
Culminando la segunda década del siglo XXI, es normal que la tecnología tenga —y mucha— relevancia en nuestra vida. También en el universo cromático. Porque, sí, aquello de representar los colores tiene intríngulis y, cuando se realizan avances importantes, el ojo humano es el primero en apreciarlo.
Te darás cuenta la primera vez que observes un televisor QLED TV: comprobarás que su tecnología basada en Quantum Dots, que crea el color a través de la luz y de partículas más pequeñas que un cabello, reproduce los tonos a la perfección. Y que la definición, como nuestro gusto por la moda y los colores, no se desvanece con los años.
Toda una ciencia
Si anualmente se selecciona un color para coronar y las disciplinas artísticas y de diseño permanecen atentas para saber cuál es, será porque el universo cromático influye en nuestra vida. Si preferimos un color u otro no es sólo por azar: hay toda una ciencia detrás.
De esto sabe, y mucho, la psicóloga y socióloga Eva Heller, autora del libro ‘Psicología del color’, en el que se ecogen los resultados de una encuesta que realizó a más de 2.000 personas de distintos grupos sociales. La conclusión que extrajo fue que, independientemente de nuestro poder adquisitivo, nuestra formación o nuestra edad, los colores —o, lo que es lo mismo, las distintas frecuencias de luz que percibimos— tienen unas connotaciones emocionales universalmente extendidas.
Por ejemplo, del azul, el que más se menciona cuando se pregunta aquello de cuál es tu color favorito, Heller apunta lo siguiente: “Es el color de la simpatía, la armonía y la fidelidad. El color de las virtudes espirituales y de la paz interior”. El amarillo lo asociamos a la diversión, pero también a la traición; el blanco, a la inocencia y la bondad; el rojo, a la pasión y al peligro; el gris, a lo aburrido y anticuado y el morado, al poder.
Sea cual sea tu color favorito, además de vestirlo, también puedes emplearlo para decorar tu salón. Y sin clavar un solo cuadro. “WTF”?, estarás pensando. Los televisores QLED TV, con su función Ambient Mode, se camuflan con tu hogar y adoptan el estilo que tú quieras. ¿Minimal? Apuesta por los grises y pasteles. ¿A tope de color? ¡Que vivan las tonalidades chillonas!
Para gustos, los colores
Algunos más aplaudidos y deseados a lo largo de los siglos ─no hay más que ver la historia del azul egipcio─ y otros menos, pero todos los colores tienen su complejidad a la hora de lucirlos. Si hay uno que está mundialmente aceptado como favorecedor, ese es el negro. Estiliza, combina con todo y resulta de lo más elegante: esos son algunos de sus atributos.
Pero, ¿qué hay del resto? Además de la pura tendencia, a la hora de escoger uno para vestir, hay que tener en cuenta los rasgos personales: el tono de piel y el color de ojos y de pelo, básicamente. Aunque hay personal shoppers que se dedican a realizar estudios del color y a indicarnos cuál es el la gama cromática que más nos favorece, existe una serie de estándares para hacernos a la idea de qué colores nos quedarán mejor y peor.
La regla principal es crear contraste; es decir, si tu piel es clara, apuesta por tonos más oscuros y vibrantes y viceversa. Los tonos tostados, rojos y verdes son perfectos para ti; en cambio, los blancos y nacarados no resaltarán, por lo que es mejor desterrarlos. Si eres morena, ilumina tu look con tonos pastel o colores intensos como el fucsia y deja de lado el gris y el color café.
Sea el momento del día que sea e independientemente de la luz ambiental que haya, apuesta por mantener el contraste justo y necesario en tu look. Los negros lucirán perfectos y los colores claros, también, como ocurre con los televisores QLED TV, que con su tecnología QContrast son capaces de ofrecernos los negros independientemente de la luz que los rodee.
Y, con máximas como estas en la cabeza a la hora de vestirte, recuerda la frase de la siempre inspiradora Coco Chanel, que dijo que “el mejor color del mundo es el que a uno más le favorece”. Prueba, arriesga y encuentra el tuyo.
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