¡Cuidado! Una de las cosas que más emociona cuando acabas de mudarte a tu casa es decorarla, pero la emoción puede acabar en catástrofe si te pones a combinar colores como si no hubiera mañana y no tienes en cuenta unas sencillas pautas. ¿Cuántas veces has entrado en un piso y te han entrado escalofríos al ver la paleta cromática? No te preocupes. Para huir de estos desastres hemos preparado una guía que, además, hará tu hogar de lo más trendy.
Los colores, en esencia, transmiten mensajes muy claros de cada espacio en cuestión y moldean casi como ningún otro elemento emociones y estados de ánimo. Por eso, el empleo y utilización de los mismos es una herramienta tan potente para los decoradores y diseñadores de todo el mundo. Además –por qué no decirlo– de las más económicas y rentables de todas.
Pensad sino en lo que vosotras mismas podéis llegar a sentir cuando entráis en una habitación cuyas paredes están pintadas por completo de rojo. O en otra, en cambio, en la que el blanco más puro e inmaculado es el gran protagonista. Nada qué ver, ¿verdad? Desde luego la diferencia que sentimos en un caso y otro es totalmente perceptible y saber cómo conseguir el efecto deseado aplicando cada tono es la clave para lograr que vuestra casa transmita el menaje que queráis y cuándo queráis. ¡Y más aún con la llegada del verano!
Por eso os recomiendo que os atreváis a jugar con los cambios de color en casa. Unos son más aptos que otros según las estaciones del año. Algunos son perfectos para estancias en las que se necesita una mayor concentración o una atmósfera de mayor relax… Y así, infinidad de posibilidades. Opciones, por cierto, a las que no sólo se puede llegar aplicando el color que más os convenga en la pintura de las paredes –que también–, sino cambiando o apostando por textiles, detalles y elementos decorativos para casa en una paleta cromática u otra.
A veces, con cambios tan sutiles y sencillos como éstos también podéis dar un aire lleno de color y diversión a vuestro hogar. Atreveos a ello y modificad sin temor la gama de colores de vuestra casa de vez en cuando. Ahora que llega el verano, sin duda, es un momento estupendo para hacerlo.
Qué colores encajan con mi personalidad
Sobre el color existen diferentes teorías y todas mucho más complejas de lo que podemos llegar a imaginar. No es éste el lugar ni el momento en el que hacer una tesis doctoral al respecto, pero acercarnos a algunos conceptos básicos y prácticos será más que suficiente para que vosotras mismas podías identificar qué colores encajan más con vuestros gustos y personalidad y dónde es conveniente que los apliquéis o no.
Colores rojos y naranjas: transmiten vitalidad y energía a los espacios. Si sois amantes de la acción, la marcha y el movimiento, éstos son los tonos ideales para vuestra casa.
Colores azules y verdes: estos tonos son mucho más aptos para todas aquéllas que tengáis un carácter algo más sosegado. Si lo vuestro es el relax y la tranquilidad, con estos colores -sin duda- lo conseguiréis.
Colores marrones y ocres: he aquí los colores ideales para todas las amantes de la naturaleza y los entornos al aire libre. Representan como ningún otro este tipo de espacios y nos trasladan directamente a los parajes montañosos y campestres.
Rosas y violetas: aquí van los dos colores perfectos para las que seáis más presumidas y coquetas. Estas tonalidades potencian caracteres como la femineidad y la dulzura.
Blancos, negros y grises: estos tonos son, sin duda, los de mayor neutralidad de todos. Si lo vuestro es el equilibrio, la armonía y apostáis por la premisa “elegancia” en vuestra vida cotidiana, con ellos daréis en el clavo.
Como clave útil, apuntad: existen, en todo este universo del color, los cálidos y los fríos. Los cálidos –rojos, naranjas, amarillos…– acercan distancias y hacen que los espacios parezcan más pequeños. Por el contrario, los colores fríos –azules, violetas oscuros, verdes…– alejan y hacen parecer a los espacios más grandes. Conociendo esta regla y apostando por los que más encajen con vuestro carácter tendréis un conocimiento mucho mayor para jugar con ellos en casa y acertar.
Cada combinación de colores tiene su misión
Teniendo muy en cuenta los mensajes que lanza cada color y que ya os he comentado, podéis crear diferentes combinaciones de ellos para apostar por atmósferas de un tipo u otro. Es complicado discutir sobre qué colores combinan mejor, porque -además- existe un factor muy personal y subjetivo en todo ello, pero si podemos destacar algunos efectos importantes y objetivos cuando se juntan colores de un tipo con otro.
La regla mayor a tener en cuenta es la siguiente. Si juntáis colores complementarios entre sí, es decir los que son opuestos en la rueda del color –amarillos y azules; violetas y verdes o turquesas y rojos, por ejemplo– creareis espacios llenos de contrastes y grandes llamadas de atención. Estas combinaciones de colores rompen la sensación de conjunto y continuidad y atraen la mirada de cualquiera en la misma medida. Por eso, son paletas de colores muy apropiadas, por ejemplo, para habitaciones creativas o cuartos infantiles. Además, por supuesto, de combinaciones refrescantes y llamativas que en verano funcionan mejor que en cualquier momento.
Y si, por el contrario, juntáis colores que son de la misma gama pero en diferente intensidad, evitando siempre sus complementarios, conseguiréis el efecto contrario: crear atmósferas relajadas, tranquilas y apaciguadoras. Sobre todo este tipo de combinaciones y sus efectos podéis encontrar más datos en el site de Ikea.
Dónde aplicar el color en casa
Una vez que ya sabéis cuál es vuestro color perfecto según personalidad y gustos y con qué otros os viene bien combinarlo en función del efecto que os apetezca crear en casa, toca saber dónde aplicarlos. La primera respuesta que seguro se os viene a todas a la cabeza es en las paredes de casa. Pues bien, esta opción es acertada y muy recurrente, claro que sí, pero no la única con la que podéis jugar.
No olvidéis que los colores también se pueden introducir, y con mucho acierto, a través de textiles y detalles. Además, de esta forma, conseguiréis que cambiar la gama cromática por la que apostasteis en un momento dado sea mucho más sencillo y económico. Por eso, os recomiendo que también introduzcáis el color a través de los textiles ] –alfombras, cortinas, ropa de cama, cojines…– y los objetos decorativos –cuadros o láminas, flores, vinilos adhesivos fáciles de retirar cundo se quiera…–.
Las opciones son tantas como podáis imaginar y los efectos a conseguir, todos los que queráis.