El compromiso ecológico del diseñador gallego Adolfo Domínguez es determinante en el mundo de la moda. Una cuestión de ética más allá de las tendencias. Su responsabilidad con el planeta hace partícipe a cada uno de los clientes que han adoptado conscientemente la misma por medio de cada una de las prendas adquiridas en las colecciones por temporada. Cada etiqueta con el nombre de la marca colgando de un clóset equivale a un trabajo artesanal ajeno a la agresión animal o sobreexplotación natural.
Suficiente como para que la reina Letizia de España utilice prendas de colección en eventos tan elegantes como lo fueron los premios nacionales a la cultura española que se suelen entregar en el histórico Museo del Prado de Madrid. Gran parte de la seguridad con la que ella y las jugadoras del Atlético de Madrid, gustosas, lucen los modelos del confeccionista es por las fórmulas veganas presentes en la mayoría de su portafolio disponible cada temporada.
Sin ignorar el área de las fragancias. Siendo coherentes con su misma filosofía de resguardo ambiental, la firma aplica fórmulas para reducir al mínimo porcentaje la huella ecológica en todo el producto. Hablando de las esencias, se utiliza un 90% de ingredientes naturales. El proceso de envasado, de igual manera, se realiza en frascos de vidrio reciclado y la expulsión se hace por medio de una bomba desmontable única en el mercado.
Pero esto no es nuevo, desde la década de 1990, Adolfo Domínguez destacó por su ambientalismo debido al elevado uso de ingredientes naturales, perfectamente certificados. Siendo pionera en la sostenibilidad fashion mucho antes que las ahora tiendas que utilizan bambú para sus producciones y explotaran la riqueza natural de los ecosistemas para el aroma de sus perfumes.
El empaque también enfrenta un proceso muy bien cuidado. ¿Cómo ayuda Adolfo Domínguez a no generar basura? Todo el papel y cartón que utiliza, desde 2012, lleva el sello de la FSC, la certificación de cadena de custodia, la garantía del correcto uso de recursos forestales convertidos en productos. Hablando de la colección Ébano Salvia y Vetiver Terra, el fashionista transmitió el arraigo y las raíces ancestrales a la tierra para dar coherencia a una frase que engloba bien la filosofía ambiental. “Somos los hijos de la tierra, no sus dueños”.
Vetiver permite un paseo por los bosques a través del aroma de bergamota, hojas de higuera, violeta, jazmín, cedro y vetiver; Ébano rinde tributo a la majestuosa corteza de la madera más especiada por medio de sus toques de cedro, sándalo, clavo y nuez moscada.
Adolfo Domínguez y sus fórmulas dan hasta una década para disfrutar de tu clóset en las ocasiones más especiales. Además de su fórmula vegetal, su producción es 95.5% reciclable, una de las más altas en el mercado. Dicho esto, esta colección Maderas deja una huella permanente en su poseedor, no en los bosques del mundo.