Catálogo Zara Casual Primavera-Verano 2010

Ayer ya veíamos las nuevas propuestas de Zara en su línea Basic y Woman. Me encantan los tonos tierra y la caída de las texturas que le da cuerpo y movimiento con sinuosidad y soltura. No obstante, tengo que reconocer que estoy envidiosa de aquellas que tienen entre diez y cinco años menos que yo, sobre todo si no tienen que ir a la oficina o si tienen más o menos mi edad, pero pueden permitirse un look juvenil no sólo los fines de semana.

Pues lo duro de entrar a la oficina no es simplemente tener que trabajar, sino que ya no puedo lucir como hace un par de años con mis prendas más alternativas. Lo cual al ver la colección de Zara Casual para la Primavera-Verano 2010 se me hizo un poco difícil.

Un estilo que grita ochentas y noventas por doquier, pues mezclan prendas de una década con otras icónicas de la siguiente. Así que se puede decir que estamos entre 1987 y 1992. Todo parece decir “eres joven, divertida y extrovertida”.

Una mezcla entre Cindy Lauper y Gloria Stefan con moños en la cabeza, pero rejuvenecido y actualizado gracias a la nuevas texturas, al spandex y a la poca creatividad que últimamente tienen los diseñadores. A lo cual doy gracias, porque amo esta colección de pies a cabeza.

De principio me gustan las fotos en blanco y negro, con lo que se presta para creer que todo es en blanco, gris, vaquero y negro. Eso te aleja un tanto de los tradicionales colores de primavera y verano que son más cálidos, pero te acerca a lo básico en un sin fin de combinaciones. Supongo que después en la tienda veremos tonos intensos y pasteles por doquier.

En seguida me gusta que todo puede mezclarse. Tienes camisetas de algodón de acabado a “viejo”, como si esa te hubiera acompañado desde hace un par de veranos en todas tus aventuras. Lo mismo se puede decir de los pantaloncillos cortos de bajo descosido y los vaqueros de acabado medio raído. Los que son de corte bolsa del pan, con cordón en la cintura y los jeggins están por doquier.

Además, tenemos piezas intercambiables en que no importan los estampados. Estos se mezclan en el sentido más grunge de “no me importa ni un ápice si combina”, pero logrando que todo se vea bien. Da igual mezclar cuadros, con lunares con flores. Todo vale si el efecto visual no es de dolor de ojos.

Las rayas marineras están presentes. Más olvídense del toque crucero que siemrpe tienen. Esta vez van más cerca de Bettlejuice o de Pericles de los Locos Adams. Son callejeras, rockeras y muy cómodas.

La superposición de capas está a la orden del día. Y no se olviden de los detalles femeninos como volantes, bordados e incluso broches. El encaje y la puntilla logran darle sutileza, mientras que el contraste con telas duras como el vaquero y en cortes más cuadrados logra un equilibrio entre lo pasteloso y lo trashy.