Ayer se cumplieron doce años del lanzamiento del primer tuit. Más de una década en la que Twitter se ha colado en nuestra rutina, con sus likes, sus retuits, sus hilos... y sus trolls. Sí, también ellos. Periodistas, celebrities, políticos, tuitstars y usuarios anónimos sufren a diario (o, al menos, de vez en cuando) comentarios despectivos e insultos.
Y, según el informe publicado ayer por Amnistía Internacional, Twitter es un entorno tóxico para las mujeres. Ese el título del amplio estudio, que analiza la violencia y los abusos que sufren las mujeres en la red social, y denuncia el escaso interés de la compañía en acabar con ello: «Toxic Twitter - A Toxic Place for Women».
Amnistía Internacional ha llevado a cabo una investigación de dieciséis meses sobre las experiencias de diferentes mujeres en la red social, centrándose especialmente en el Reino Unido y Estados Unidos. Han entrevistado a ochenta y seis de ellas, entre las que se cuentan políticas, periodistas, activistas, blogueras, escritoras, humoristas, desarrolladoras de juegos y también mujeres que usan Twitter, pero no tienen un gran número de seguidores.
Como se puede observar en el vídeo que acompaña al informe, la experiencia de muchas de estas mujeres incluye recibir, con mayor o menor frecuencia, insultos basados en su raza, su aspecto físico, su sexualidad o, en mucho casos, el simple hecho de ser mujer. Las amenazas de muerte se vierten contra usuarios de ambos sexos; las de violación, solo contra mujeres.
En 2017, Amnistía Internacional encuestó a 4.000 mujeres de ocho países, de las cuales un 76% afirmó haber cambiado su forma de utilizar la plataforma tras sufrir acoso o abusos. De ellas, el 32% reconoció haber dejado de publicar sus opiniones sobre ciertos temas. La conclusión de la asociación es que Twitter contribuye a silenciar la voz de la mujer.
Amnistía Internacional insiste en que, además, las mujeres pertenecientes a minorías éticas o religiosas, al colectivo LGTBI o que sufren alguna discapacidad añaden abusos verbales específicos a los que ya sufren por su sexo, lo que conlleva que se excluya aún más a voces ya generalmente marginadas en la conversación pública.
El informe, sumamente crítico, afirma que «Twitter está fallando en su responsabilidad de respetar los derechos online de las mujeres» al no actuar de forma transparente con las denuncias de violencia y abusos. Afirman que la investigación demuestra que Twitter no ofrece las herramientas necesarias para garantizar un entorno seguro, libre de violencia y que respete los derechos humanos de las mujeres.
Porcentaje de mujeres que consideran que las políticas de Twitter han sido inadecuadas para denunciar abusos o acoso
La mayor crítica a Twitter por la gestión de las denuncias que recibe está en la falta de transparencia. Las usuarias no saben cómo se interpreta y aplica la política de uso que prohíbe la violencia verbal y otros abusos específicos contra las mujeres, además de funcionar de forma poco sistemática y, en ocasiones, ni siquiera funcionar. Usuarios que violan las reglas del juego permanecen en la plataforma, sin sanción y con sus contenidos abusivos publicados.
El informe concluye con una serie de recomendaciones para que Twitter mejore la situación de las usuarias y convierta la plataforma en un entorno seguro para ellas:
Compartir públicamente información completa y significativa sobre la naturaleza y los niveles de violencia y abusos contra las mujeres, así como otros grupos y cómo responder a ellos.
Mejorar los mecanismos de denuncia para asegurarse de tener una mejor respuesta a las quejas.
Dar mayor transparencia a la forma de interpretar e identificar la violencia y el abuso y cómo se manejan los informes de esos abusos.
Tomar medidas más proactivas para educar a los usuarios y concienciar sobre las políticas de seguridad y privacidad que ayuden a crear una experiencia más segura y menos tóxica para las mujeres.
La respuesta de Twitter
Twitter ha respondido a este informe a través de Vijaya Gadde, responsable de Legal, Policy, & Trust & Safety de la compañía. Consideran que la afirmación de que Twitter está poco comprometido con los derechos humanos de forma consciente es injusta, no solo en relación a los hechos, sino también a la ética y la misión principal de la compañía.
Se muestra, por otro lado, de acuerdo con muchas de las recomendaciones del informe, y con varias de las propuestas, en las que ya están trabajando. «Las conductas abusivas y de odio dirigidas a las mujeres están prohibidas en nuestra plataforma. Hemos cambiado más de treinta políticas y operaciones de nuestra plataforma en los últimos dieciséis meses. Hemos hecho cambios significativos en las herramientas de denuncia y seguimos mejorándolas y trabajando en comunicarnos de forma más clara con nuestros usuarios». En cifras, Twitter comunica que ha multiplicado por diez el número de casos de abuso en los que han tomado acciones.
Menciona además, la importancia que ha tenido Twitter en la popularidad de movimientos feministas como #MeToo o #WomensMarch, a los que pone como ejemplo del poder de Twitter como plataforma aliada de las mujeres para compartir historias, ofrecer apoyo y buscar un cambio.
Finalizan el comunicado reafirmando su compromiso para combatir el odio y los prejuicios que están en la base de los abusos online, como una parte más de la sociedad: «Somos una plataforma abierta que refleja los comportamientos humanos, los buenos y los malos. Todos tenemos un papel en el objetivo de construir una sociedad más compasiva y empática. [...] Deseamos un compromiso constructivo con Amnistía Internacional y otros para encontrar soluciones reales y perdurables para asegurarnos de que las mujeres están seguras y se sienten seguras online».
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