Cuidar de nuestro perro no es siempre tarea fácil, menos aún si somos primerizas. Hay tantos factores que debemos tener en cuenta para velar por su salud que algo se nos puede escapar, es normal, por eso es importante informarse correctamente.
Uno de los cuidados básicos es la desparasitación interna. Tranquila, aunque suena muy mal, es un proceso relativamente sencillo que debemos realizar periódicamente.
Primero, hablamos sobre cómo desparasitar a nuestros peludos. Segundo, explicamos cada cuanto tiempo debemos hacerlo. Y tercero, exponemos un caso real para demostrar la importancia de este cuidado (aviso, hay fotos explícitas que pueden ser algo desagradables).
¿Por qué es esencial desparasitar a nuestro perro?
Los expertos de la Clínica Veterinaria Rioseco lo dejan claro: "Existen una serie de parásitos externos e internos, diminutos en muchos de los casos, que pueden infestar a tu perro y que si no se tratan pueden acabar afectando gravemente a la salud de tu mascota".
En el Hospital Veterinari Glòries apuntan que "por lo general, los parásitos internos más frecuentes en los perros son los gusanos intestinales, gusanos pulmonares y gusanos del corazón". Que no cunda el caos, evitar que la sangre llegue al río es posible.
En la comunidad veterinaria hay una homogeneidad generalizada sobre el mejor tratamiento para evitar los parásitos: las pastillas y comprimidos antiparasitarios. En la última clínica citada añaden que los "puedes añadir a la comida de tu perro y que servirán para ayudar a expulsar los posibles parásitos intestinales más comunes".
¿Cada cuándo toca desparasitar al peludo de la casa?
En Esvet Veterinaria dejan claro que la prevención es clave. Por este motivo, es importante establecer un calendario de desparasitaciones y "no debemos esperar nunca a la aparición de síntomas como pueden ser la presencia de diarrea, tos o falta de apetito".
A esto añaden que "normalmente, se recomienda desparasitar internamente a nuestros cachorros una vez al mes hasta los seis meses de edad. A partir de entonces se pasará a la pauta de desparasitación trimestral que mantendrá durante toda su vida".
Asimismo, "este protocolo es variable dependiendo de infestaciones puntuales, de si el animal es una hembra gestante, la realización de viajes en compañía de nuestro animal, estancias en residencias caninas o felinas, etc". Así que es relevante estar atentas si hay alguna anomalía destacable en el comportamiento o estado de nuestro perro.
Un caso real
Nuestra compañera María Yuste, mamá perruna de Mordisco, nos cuenta su experiencia con un problema de desparasitación. Mordisco estuvo muy enfermo (por otras causas), así que no le dieron las pastillas de desparasitación interna.
Al no recibir las pastillas preventivas, Mordisco desarrolló una infección de parásitos que María descubrió a partir de las heces. Yuste comenta que no notó ningún cambio en el comportamiento del perro, pero sí que se fijó en esta anomalía y llevó al Mordisco al veterinario enseguida. Entonces, le administraron la pastilla de la desparasitación para lidiar con este contratiempo. A las 24 horas, Mordisco ya no tenía gusanos en las heces.
La veterinaria advirtió a María: lo normal es que los parásitos se muestren en las heces
La veterinaria advirtió a María: lo normal es que los parásitos se muestren en las heces, pero también los pueden vomitar tras recibir la pastilla. Asimismo, la profesional a la que acude Yuste también recomienda desparasitar a los peludos cada tres meses y lo recuerda a sus pacientes cada vez que se acerca la fecha, al igual que hace con el calendario de vacunas.
Fotografías | H&M, María Yuste
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