Fórmulas adelgazantes, cremas anticelulíticas o servicios de clínicas estéticas no podrán verse en nuestros televisores en horario infantil, es decir, de seis de la mañana a diez de la noche. Estas restricciones publicitarias forman parte de la nueva Ley Audiovisual y tienen como objetivo combatir la publicidad que pueda provocar entre los menores cualquier tipo de trastorno alimenticio.
Según la propuesta, “ninguna cadena de televisión podrá emitir publicidad que suscite el rechazo de la autoimagen, incite a la marginación social por la condición física o al éxito por factores de peso o estética”.
En un primer momento, también se iba a eliminar la publicidad de productos bajos en calorías, pero, finalmente se han respetado y se podrán emitir spots de productos lights en este horario.
En 2008, se calcula que se emitieron casi 7.000 anuncios destinados a anunciar productos para perder peso. En cuanto a anuncios de clínicas de estética, por ejemplo, Corporación Dermoestética emitió un total de 14.000 anuncios en 2008. Todos estos datos dan buena cuenta del potencial económico de este sector.
Personalmente, me parece una buena iniciativa. Pero, yo me pregunto de qué sirve quitar este tipo de anuncios cuando los propios programas no respetan estas intenciones de protección a la infancia. Supongo que cualquier niño, al salir del cole puede poner la tele en casa y escuchar comentarios acerca del culo fofo de Kate Moss en la playa o la operación estética de Belén Esteban. Claro, que ahí entran los padres para supervisar lo que sus niños ven en la tele. O al menos deberían. ¿Cómo lo véis?
Vía | El País Imagen | Terra En Arrebatadora | Generación Diva: obsesionados por la belleza, El síndrome del espejo
