¿Cómo ha cambiado la moda de baño desde 1890 hasta ahora? Ha pasado más de un siglo, y durante todos estos años han sucedido muchas cosas que han determinado la moda, entre ellas la liberación de la mujer y su progresivo protagonismo como ente individual.
Si os gustó el vídeo que os presentamos con los 100 años de fitness en 100 segundos no podéis perderos esta nueva entrega en la que repasamos la historia del traje de baño de la mano de la estrella de Vine Amanda Cerny. ¡Dentro vídeo!
Allá por 1890 ir a la playa era toda una aventura y tocaba hacer la maleta: traje de baño largo, una especie de pantalón o pololos y que no falte el gorro para protegernos del sol. Las rayas marineras eran lo más en esta época, y aún siguen estando de moda, aunque con menos tela, claro.
Ya en el siglo XX podemos ver cómo la figura de la mujer se puede adivinar bajo el bañador, que sigue siendo largo, pero mucho más ajustado. Pantalones por encima de la rodilla (lo cual ya era todo un logro) y camisetas de manga corta con pequeños toques de rayas . Vamos avanzando poco a poco.
Cambio radical tras los felices años 20: en la década de los 30 el corte del bañador ha cambiado por completo y podemos ver muslos y hombros al descubierto. Los trajes de baño apuestan por las caderas cubiertas, pero compensan con generosos escotes que las chicas lucían al sol. También apreciamos algo más de ornamentación en los bañadores, con detalles de bordados y botones que dan algo más de alegría a los colores sólidos. Los años 40, aunque más coloridos, son similares en este sentido.
En la década de los 50 podemos ver ya atrevidos escotes que, aunque permiten recoger el pecho de forma efectiva, insinúan más que enseñan lo que queda debajo de la ropa. La femineidad se va haciendo un hueco en las playas de todo el mundo para preparar el camino a la mujer liberada y moderna que aparecerá en décadas posteriores.
Llegaron los 60, y con ellos ¡el bikini! Muy básico por entonces, como si hubiesen cortado la parte central al bañador de antaño, pero por las playas empezaban a asomar descarados los primeros ombligos. Los motivos florales que decoran las prendas nos recuerdan al flower power de aquellos años: la revolución acababa de llegar.
Años 70, y los hippies se adueñan de las playas: Ibiza se convierte en el paraíso terrenal donde vivir y disfrutar del sol, los bikinis pierden tela y ya podemos encontrar braguitas con el corte de la cadera un poco más alto. Que no falten los colores brillantes y vibrantes en ninguna colección.
Con los 80 llega la desmesura y los bañadores que casi lucen menos tela que los bikinis. Escotes eternos que nos recuerdan a los lucidos por Amy adams en La gran estafa americana y caderas elevadísimas no aptas para tímidas. El tanga deja de estar relegado a las hippies para hacerse un hueco entre todas las clases sociales.
Años 90, y el bikini se reinventa: aparecen los tops estilo sujetador con escotes mucho más generosos que los de antaño. Las braguitas siguen siendo altas, aunque el corte de la cadera ha subido. Los estampados de colores vivos y psicodélicos son los que más se llevan para lucir palmito en la playa.
Con el nuevo siglo llega el minimalismo al traje de baño: sujetadores básicos y braguitas mucho más pequeñas que las que hemos podido ver en años anteriores, y que dejan asomar los glúteos por detrás. Poca tela para poder broncearnos sobre la arena.
Ya en nuestra década, los bikinis incluyen detalles de ornamentación que los hacen únicos, como los flecos, tan de moda últimamente. Llega con fuerza la braguita brasileña: esa que no llega a ser un tanga pero tampoco tapa por completo la retaguardia. El corte de la cadera ha bajado, pero también la cintura, y triunfan los colores flúor.
¿Cuál es la época que os gusta más? Y, sobre todo, ¿cuál será la próxima evolución del traje de baño?
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