Desde hace una semana no se habla de nada más que del "pico" que le plantó en la boca Rubiales a Jenni Hermoso. A estas alturas de la película, no hace falta que expliquemos cómo se dieron los hechos ni todo el circo mediático que se ha creado alrededor. Hay quien dirá que estamos siendo muy pesadas, es más, ya lo están diciendo. No nos importa.
En octubre de 2017, el movimiento "Me Too" se inició en Estados Unidos denunciando las agresiones y acoso sexual sufrido por las mujeres del mundo del cine, empezando por el productor Harvey Weinstein. Todos sabíamos. entonces, que Estados Unidos no era el único país en el que ocurrían cosas así y que, tarde o temprano, las mujeres de otros países, incluidos el nuestro, empezarían también a hablar cuando sintieran que era el momento adecuado.
Porque, recordemos que, aunque a veces parezca que se nos olvida, nadie puede obligar a una mujer que ha sido acosada o ha sufrido agresiones, a hablar si no se siente preparada para hacerlo. Y ese momento parece que ya ha llegado. Como le decía Alexia Putellas a Jenni Hermoso: "Se acabó. Contigo, compañera". Y, sí, parece que con Jenni Hermoso ha empezado el principio del fin.
Días después de que la futbolista y ganadora de un mundial de fútbol indicará en un comunicado que el beso con Rubiales no fue consentido y que "me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista y fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte", son las periodistas españolas las que están empezando a hablar.
¿El motivo? Ver como sus, presuntos, acosadores se envuelven la bufanda del feminismo al cuello y escriben artículos y columnas de opinión, una tras otra, subiéndose al barco de los aliados y alzando la voz contra Rubiales.
La primera en hablar fue Anna Solans que hacía uso de su cuenta de 'Twitter', ahora 'X', para señalar al director del Mundo Deportiva, Santi Nolla: "Deleznable es llevarte a tu directora de estrategia a un hotel y decirle que se quite la ropa, que el sexo me abriría un mundo de posibilidades. Eres un hipócrita que abusaste de tu posición de autoridad y ahora das lecciones de moral" indicaba la ex responsable de Estrategia Digital del medio que dirige Nolla.
Desde ese momento, Solans no ha vuelto a hacer uso de su cuenta en la red social ni ha aparecido en ningún medio. El que sí ha hablado ha sido Santi Nolla que, respondiendo por el mismo medio, desmentía las palabras de su ex empleada: "Las afirmaciones vertidas hoy en 'Twitter por la Sra. Anna Solans son rotunda y tajantemente falsas. He puesto el tema en manos de mis abogados y tomaré todas las acciones legales que sean necesarias para evitar la difusión de falsedades y defenderme de insultos y difamaciones".
Hasta el momento, no se ha sabido de ninguna otra acusación contra Nolla ni si se está llevando a cabo algún tipo de investigación o medida legal. En cualquier caso, el directivo ha publicado hoy mismo una columna en Mundo Deportivo por lo que parece que continúa trabajando con normalidad.
Pero Anna Solans no es la única que ha hablado. Durante el día de ayer Sara Brito usó sus redes sociales para publicar su relato de cómo fue acosada y sufrió maltrato psicológico a manos de su entonces jefe cuando trabajaba en la sección de Cultura de un medio español. Su ex compañera de trabajo, Paula Carroto, llevó el relato de Sara a Twitter donde señalan que, cuando Brito denunció la situación mediante una carta y pidió el apoyo de sus compañeros, solo las mujeres con las que trabajaba la firmaron.
Ni Paula ni Sara dieron nombres aunque las redes sociales en seguida ataron cabos y dieron con un sospechoso. En cualquier caso, las protagonistas no han confirmado que se trate de él y se tratan de conjeturas de otros. Yo misma me he precipitado, llevada por un sentimiento de justicia supongo, ha ofrecer el nombre del presunto sospechoso. Pero la decisión de dar o no ese nombre es de las víctimas, por lo que hemos tomado la decisión de hacer modificaciones en el artículo por respeto a ellas.
Lo que sí queda claro es que el "Se acabó" que escribía Putellas la tarde del viernes es ya todo un movimiento, el del feminismo español, que quiere alzar la voz y acabar con los abusos de poder que las mujeres hemos sufrido hasta ahora. Por supuesto, no falta quien sale a insultar y desacreditar a las víctimas, pero la realidad es que todos sabíamos que había acoso en el fútbol, en las redacciones, en las oficinas. Todos lo sabíamos y nadie hacía nada. Los insultos y las críticas a las que hablan no son por no creerlas, son por remover la mierda y hacernos sentir incómodos e incómodas.
Pero el silencio de las víctimas y el cómplice #SeAcabó.
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