Las reglas más importantes para comprar en rebajas de forma inteligente (y no arruinarte de por vida)

La mayoría de nuestras tiendas favoritas ya han comenzado con las rebajas - algunas de ellas, como Mango, desde hace varios días -. Las opciones para comprar durante estas rebajas no solo son múltiples, sino que son muy variadas. A las rebajas en tienda física, se le añaden las rebajas online que casi todas las tiendas de ropa más conocidas han puesto en marcha. Y, por supuesto, podemos comprar las mejores ofertas en tiendas únicamente online como Asos.

Con tantas opciones y facilidades, es muy difícil resistirnos. Sin embargo, no podemos olvidar que, hace no tanto, estábamos aprovechando las rebajas del Black Friday y, hace todavía menos, comprando los regalos de Navidad. Es más que posible que nuestros bolsillos no se hayan recuperado del todo y que no necesitemos todo lo que pretendemos comprar. Por ello, para no hacer un gasto innecesario, y no acabar con numerosos objetos y prendas en nuestro armario que nunca usaremos, podemos seguir estos sencillos consejos para comprar de forma inteligente en estas rebajas.

Haz una lista de todo lo que quieres

El primer paso para ir a comprar en rebajas es que hagamos una lista de las cosas que queremos comprarnos. Para ello es buena idea que vayamos unos días antes a las tiendas o visitemos sus páginas web y echemos un buen vistazo a lo que nos ofrecen. Tener una lista de las cosas que queremos nos ayudará a ir a tiro fijo y no desviarnos en otras cosas que podamos ver, por muy rebajadas que estén.

Ahora haz una lista de lo que necesitas

Está muy bien tener una lista de todas las cosas que queremos comprarnos en rebajas, pero es más inteligente elaborar también una lista de cosas que realmente necesitamos. Una vez hagamos esta segunda lista, podemos compararla con la lista de cosas que queremos. Si hay más cosas en esa lista que en la de necesidades, lo más seguro es que varias de ellas sean caprichos. Esto no quiere decir que no podamos comprarnos ningún capricho, pero sí que debemos tener en cuenta esta información cuando llevemos a cabo el siguiente consejo.

Ponte un presupuesto

Ir sin presupuesto a las rebajas puede significar que gastemos en ellas por encima de nuestras posibilidades. Y es que, esos precios tan bien pensados resultan de lo más tentadores para cualquiera. Por ello, antes de lanzarnos a las tiendas, es una buena idea que pensemos cuánto dinero tenemos, cuánto podemos gastarnos en rebajas y cuánto queremos realmente gastarnos. Ponte un presupuesto y mantente fiel a él. Si este presupuesto no te llega para comprar todo lo que aparece en la lista de deseos, tendrás que recortar en aquellas cosas que no coinciden con las necesidades.

Menos es más también en rebajas

Las ofertas de ropa u objetos a precios muy bajos pueden ser muy tentadoras, pero quizás resulta más inteligente dedicar nuestros presupuestos de rebajas a objetos que, en otros momentos, no estarían a nuestro alcance.

Las rebajas son un estupendo momento para aprovechar los buenos descuentos en prendas y objetos que suelen tener un precio más elevado y que sabemos que usaremos y nos durarán más. Quizás este es un buen momento para dejar de lado las camisetas de 5,99 y aprovechar para comprar ese bolso tan versátil y de buena calidad que llevamos años queriendo. Estaremos comprando menos cosas, pero muy posiblemente les saquemos más partido.

Asegúrate de que vas a usar lo que compres

La ropa queda tan bonita colgada en las perchas o en la modelo y está a un precio tan tentador que es difícil resistirse. Pero, ¿cuántas veces has terminado con un montón de ropa rebajada que luego solo ha usado una vez? O ninguna. Antes de comprar una prenda debemos plantearnos bien si lo hacemos porque la necesitamos, nos gusta de verdad y le vamos a sacar partido o, simplemente, porque está rebajada. Si no te ves poniéndotela más que un par de veces, no importa cómo de rebajada esté, seguramente estará mejor quedándose en la percha.

Para este paso suele venir bien hacer una revisión previa de lo que tenemos en el armario, las cosas que ya no nos sirven, las cosas que tenemos que tirar, las que tenemos pero nunca hemos usado, etc. De esta manera nos haremos una buena idea de lo que necesitamos, lo que necesita ser reemplazado y lo que nunca vamos a usar.

Hazte con básicos

Cada temporada las prendas que están de moda van cambiando y las prendas de moda rebajadas ahora seguramente sean las de la temporada pasada y no volverán a llevarse la próxima temporada. Por ello, quizás sea mejor idea dejar la compra de algunas piezas de tendencia para la nueva temporada y usar estas rebajas para comprar prendas atemporarales que no pasen de moda.

Reforzar nuestro fondo de armario con básicos que nunca pasen de moda nos asegurará que utilizaremos la ropa que compremos ahora por mucho, mucho, tiempo. De esta manera, conseguiremos sacarle mucho partido a la inversión que hagamos durante estas rebajas.

Pruébate la ropa antes de llevártela

Especialmente, cuando compramos en tiendas físicas, puede resultar agobiante y agotador parar a probarnos la ropa. Durante estas fechas los probadores de las tiendas están abarrotados y, entre la cantidad de gente que hay y los cansadas que estamos de caminar, no nos quedan ganas de parar a probarnos. Mucho menos si ya hemos entrado en varias tiendas.

Sin embargo, el problema de llevarnos una prenda sin probárnosla es que, si no es de nuestra talla o no nos gusta cómo nos queda, tenemos menos posibilidades de ir a devolverla, simplemente por no tener que volver. De esta manera, estaremos atrapadas con una prenda que hemos pagado y que no nos sirve, cuando podríamos haber gastado ese dinero en algo más apropiado. Por ello, por muy pocas ganas que tengamos, lo más recomendable es que siempre nos problemas la ropa antes de lanzarnos a comprarla.

Mejor en efectivo que con tarjeta

En los últimos tiempos casi todas nosotras pagamos todo con tarjeta de crédito y solo tiramos de dinero en efectivo en situaciones puntuales. No podemos negar la comodidad de esto. Sin embargo, en rebajas puede no ser tan buena idea hacerlo así. Cuando pagamos con tarjeta es un poco más complicado llevar la cuenta de lo que hemos gastado.

Por ello, si nos hemos puesto un presupuesto, lo mejor que podemos hacer es sacar ese dinero y gastarnos únicamente eso. Si lo acabamos, dejamos de comprar. Si todavía nos queda dinero, pero ya hemos comprado todas las cosas de nuestra lista, podemos volver a ingresar el dinero sobrante. O quizás podemos aprovecharlo para ir a tomar un café con una amiga o cenar con un ser querido. No tenemos necesidad de gastarlo en más cosas rebajadas que en realidad no necesitamos y ese dinero estará mucho mejor gastado en algo que nos haga realmente felices.

Imágenes | Gossip Girl, Devil wears Prada, Sex and the City, Giphy

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