Esta semana tengo un gran debate conmigo misma y las decisiones estéticas de Kate Middleton. Tres eventos han tenido lugar en los que la Princesa de Cambridge ha lucido palmito y sonrisa pero en cada uno de una manera muy distinta, con un cambio de look incluído que podría estar en la galería de los horrores.
Comenzamos por la inauguración de su estatua de cera en el museo Madame Tussauds de Tokyo, espectacular, en su mejor faceta de princesa y tan calcada al original que casi asusta. Y para asustarnos es su siguiente aparición pública.
Kate Middleton volvió a aparecer en la inauguración de la nueva Treasures Gallery y casi me da un vahído e imagino que a todos los amantes de la monarquía británcia y sus extravagancias. Unir su nuevo corte de pelo con flequillo largo y desfilado y raya al medio a un vestido de Miss Marple de Mulberry es de las peores decisiones tomadas por Kate, sino la peor.
Lo veo y no lo creo.
Afortunadamente tal disparate se solucionó al día siguiente en un paseo por las calles de Londres, mismo corte pero mejor peinado y mucho mejor estilismo.
En una espiral de dudas estoy. Esperaremos pues a nuevos acontecimientos.
Fotos | Gtres
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