En mi familia somos un poco raros. Combinamos las aficiones más letradas (mi padre es filósofo, mi hermano músico y yo arquitecto), con otras mucho más mundanas, como jugar al fútbol, correr maratones o escalar montañas. Esos tres deportes maltratan bastante a los pies, por lo que estamos acostumbrados a cuidarlos. Si tus pies también han sufrido este verano, mímalos con un tratamiento de miel.
Normalmente, soy un habitual de los baños con agua caliente y sal. Un clásico que me ayuda a recuperarme tras un esfuerzo o una lesión, pero desde que descubrí de la mano de Ashley, de Design Sponge, que la miel también le sentaba genial a mis pies, haciendo que la piel recuperara una suavidad desconocida, lo he incorporado a mi repertorio.
La miel ha sido siempre un tratamiento natural para el cuidado del cuerpo desde que los egipcios descubrieran sus propiedades curativas en heridas y otros males de la piel. El tiempo y la ciencia nos han revelado que tiene propiedades antibacterianas, lo que explica su capacidad curativa.
Baño de miel y limón para los pies
Este es un baño tan sencillo de preparar como maravilloso de disfrutar. Combina las propiedades curativas de la miel y el vinagre de manzana (que también es antifúngico), con el la habilidad del ácido del limón para atacar las células muertas. Antes de comenzar, conviene recordar que debemos tener las uñas limpias y bien cortadas, aunque eso no debería tener que recordároslo.
Esto es lo que necesitamos:
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1/2 Taza de miel
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2 cucharadas soperas de vinagre de manzana
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1 limon en rodajas (guardamos una para el gin-tonic que nos beberemos mientras disfrutamos del baño)
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Un cubo/barreño/bidet lleno de agua caliente (si es tan mono como el de Ashley, mejor)
El proceso es como sigue:
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Llenamos el cubo de agua caliente (obvio)
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Añadimos la miel y el vinagre, removiendo enérgicamente hasta que se mezclen bien
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Colocamos las rodajas de limón
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Sumergimos los pies durante unos 20 minutos.
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Nos secamos y pasamos al siguiente punto: peeling de miel y azúcar
Peeling de miel y azúcar
Es el momento de rematar la faena con un pequeño peeling de miel y azúcar, que nos dejará los pies suaves como los de un bebé. Esto es un poquito más engorroso de preparar y aplicar, pero merece la pena.
Necesitamos:
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Azúcar moreno (2 o 3 cucharadas soperas)
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2 cucharadas de aceite de oliva
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2 cucharadas de miel
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Opcionalmente, unas gotitas aceites esenciales de menta
Luego simplemente debemos mezclar todos esos ingredientes en un mortero o bol, de forma que se forme una masa homogénea con la que deberemos masajear los pies a conciencia. Después nos lavamos bien con agua templada, nos secamos, y a disfrutar. Si os ha sobrado algo de este preparado, podemos guardarlo en un tarro cerrado para futuras ocasiones, ya que no se estropea rápidamente.
Espero que os haya gustado este tratamiento de miel para los pies. Ahora que nos despedimos de las chanclas y el calzado veraniego, tras haber paseado los pies por playas y montañas, es un buen momento para darles unos mimos antes de empezar a enfundarlos en botas y zapatos.
Vía | Design Sponge
Fotos | Jen Altman
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