Se han cumplido seis meses desde que el escándalo de La Perle puso en la calle a John Galliano y seis meses que los rumores sobre su sustituto no cesan de aparecer y son magnificados por las redes sociales, el gran patio de vecinos del siglo XXI.
Tras la explosión de nombres de las primeras semanas en los que se barajaron diseñadores tan dispares como Haider Ackerman, Tom Ford, Alexander Wang, Christian Lacriox, Alber Elbaz, Giambattista Valli o Riccardo Tisci, y el desastre de crítica que supuso el desfile del cambio tranquilo que intentó la dirección del grupo LVMH poniendo al frente de la dirección creativa al que fue mando derecha de Galliano Bill Gaytten (y no hay más que ver el traje que se puso Katy Perry en los VMA para comprenderlas), los rumores vuelven a las primeras páginas de las webs de revistas de moda e incluso a las páginas de estilo y moda de los periódicos con el último rumor porque por fin el Women’s Wear Daily, más conocido como el BOE de la moda ha entrado en el juego: Marc Jacobs para Dior y Phoebe Philo para Louis Vuitton sin abandonar Celine.
Todas estas marcas pertenencen al conglomerado de lujo LVMH y el rumor ha saltado porque parece ser que el presidente del grupo, Bernard Arnault, ha mantenido recientemente reuniones tanto con Jacobs como con los directivos de Vuitton.
Marc Jacobs tiene a su favor ser un nombre reconocido por la industria y el público, acostumbrado a manejar la presión que rodea al mundo de la moda (a pesar de haber pasado temporadas en centros de desintoxicación) y sobre todo a los jefes del grupo que han sabido perdonar sus adicciones, sus altibajos y sobre todo sus malas colecciones. En mi opinión Jacobs es un estilista, que detecta por dónde van las tendencias y presenta colecciones guiándose única y exclusivamente por ellas, y en sus 30 años de carrera nunca su nombre ha resonado tan fuerte como desde su colección para Perry Ellis que llevó el grunge a la portada de Vogue y que por suerte para él tiene tiene el privilegio de contar con el apoyo de Robert Duffy, su socio desde el principio (y que aparece junto a él en la foto).
Marc Jacobs es la eterna promesa que no acaba de despegar porque no tiene estilo propio ni el genio suficiente para llevar una gran maison con tanta historia como Dior a sus espaldas.
Y parece que no soy la única a la que esta opción no le parece la mejor ya que en su blog en el New York Times, Cathy Horyn le propone a LVMH tres nombres más que en su opinión debe tener en cuenta: Raf Simons, Sébastien Peigné y Christopher Kane.
El gran problema de esta sucesión es que no ha sido motivada por una causa de fuerza mayor, como en el caso de McQueen, ni por la jubilación del modisto, como en el de Valentino, o por los malos resultados en las ventas. Fue algo precipitado y que a la espera de ver qué presentan en su próximo desfile puede convertir en uno de los mayores errores de la historia de la moda, al echar a la calle al mayor genio que quedaba en activo dentro del mundo de la costura y que además estaba perfectamente identificado e integrado en la marca.
Por eso yo también me atrevo a ser como Cathy Horyn y a proponer a tres diseñadores que en mi opinión estarían a la altura de Dior.
Mis tres diseñadores para Dior
Haider Ackerman: Es el futuro de la moda, el nombre que va de boca en boca entre la prensa especializada, adorado por las celebrities más interesantes con Tilda Swinton a la cabeza e incluso bendecido por grandes popes como Karl Lagerfeld que lo sugieren hasta como sucesor. Con un bagaje personal y cultural interesantísimo (nacido en Colombia, crece en Francia y estudia en la Escuela de Amberes) es por su sobriedad, cargada a la vez de detalles y con un uso del color que crece en cada colección es una opción arriesgada pero que podría dar grandes resultados, aunque de entrada su universo y el de Dior no tengan grandes aspectos en común.
Riccardo Tisci: La oscuridad de Riccardo que tantas alegrías nos ha dado en sus colecciones para Givenchy podría ser una gran opción, ya que llevaría los grandes temas de Dior: la silueta Bar, las flores, el gusto por el lujo,... a unos extremos que hasta ahora no han sido explorados. Y además cuenta con la ventaja de conocer a la perfección el funcionamiento del grupo ya que Givenchy también pertenece al grupo LVMH.
Stefano Pilati: Su nombre no ha estado nunca en las quinielas, e incluso cuando su nombre ha saltado a la prensa como rumor ha sido para insinuar que su fin en Yves Saint Laurent podría estar muy cerca pero Pilati es una de mis debilidades. Con cada colección que firma en YSL continúa el maravilloso legado del maestro, con referencias continuas a su esencia como los trajes masculinos, sin dejar en ningún momento que ese archivo lo ahogue pero tampoco lo limite, consiguiendo el difícil equilibrio entre modernidad y respeto a los clásicos de la firma, que es lo que lo ha hecho grande.
Sea quien sea el elegido, tendrá la difícil misión de respetar el legado de Christian y estar a la altura de John y eso en realidad es casi tan complicado como mantener las ventas.
Fotos | Vogue, Dior, Marc Jacobs, MTV En Trendencias | ¿Riccardo Tisci es el sucesor de Galliano?
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