Soy de Sevilla y este es mi sitio favorito de la ciudad: una bonita plaza escondida en pleno centro y al lado de la catedral

Las miradas se pierden en la avenida principal, pero a su espalda se encuentra este tesoro donde los domingos hay un mercadillo de antigüedades

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Sevilla es una ciudad dual. Es imposible no amarla, pero a veces se hace muy sencillo ubicarse en el lado opuesto de la balanza, mirándola con recelo, por, por ejemplo, la polémica que ha acontecido con el cartel de esta Semana Santa.

Sin embargo, por mucha frustración que haya de por medio, siempre hay algo que lleva al reencuentro, porque es imposible mirarla a los ojos y no quererla. Y si hay un sitio que a mí me enamora, ese es la Plaza del Cabildo, que se encuentra oculta en pleno centro de la ciudad, en la Avenida de la Constitución, la misma vía donde se encuentra la Catedral de Sevilla.

La Plaza del Cabildo, una parada imprescindible en el centro de la ciudad

A pesar de su emplazamiento, esta plaza muchas veces pasa desapercibida para los turistas, que se quedan embelesados mirando al cielo en busca de las alturas de la catedral. No obstante, pararse a admirar la belleza de este lugar siempre merece la pena.

Puedes llegar hasta ella por tres pasajes diferentes: desde la calle Almirantazgo, desde la Avenida de la Constitución o desde la calle Arfe. Como los tres accesos son bastante oscuros, lo que más te sorprenderá es la luz que hay una vez que estás dentro y te aseguro que no te esperas encontrar esta joya.

 

Destaca su forma semicircular y su interior porticado con frescos en tonos amarillos y dorados del pintor José Palomar. El arquitecto fue Joaquín Barquín y Barón. Además, tiene una fuentecita en una de sus paredes donde se conserva un lienzo de la muralla almohade de Sevilla.

El mercadillo de los domingos

Todos los domingos se monta un mercadillo con variados puestos en los que se pueden encontrar sellos, documentos antiguos, joyas, pinturas, fotografías, libros y muchas, muchas más cosas de las que te puedas imaginar.

Te recomiendo ir a primera hora de la mañana para poder verlo todo con tranquilidad y si tienes intención de pecar, recuerda llevar efectivo y no solo tarjeta, por lo que pueda pasar. Y oye, ¡lo mismo hasta puedes regatear algo!

Cuando termines la visita, siempre te puedes ir a comer a alguno de mis restaurantes favoritos de Sevilla, ¡palabrita de que se tratan de un acierto seguro!

Fotos | Roberto RL vía Flickr

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