Admirada y recordada por la gran mayoría, Diana de Gales fue, es y será un icono de estilo, pero quizá su faceta más importante y trascendental fuera su labor como embajadora de causas humanitarias, su activismo y preocupación por problemas como las minas antipersona de Camboya o la concienciación sobre el SIDA, enfermedad a la que prestó gran parte de su tiempo y ayuda.
Lady Di, como muchos la conocían prefería una vida dedicada al cuidado de sus hijos, cayó en la cuenta que con su imagen podía hacer mucho más por los desfavorecidos, es por ello por lo que Diana viajó por todo el mundo, desde África a Camboya, apoyando proyectos humanitarios de organismos como la Cruz Roja.
Su estilo siempre impecable también supo estar a la altura de las situaciones, luciendo relajados vestidos y trajes de falda y chaqueta en tonos crema, blancos y crudos en sus visitas a zonas desfavorecidas.
Las cenas y galas benéficas fueron otro de sus puntos fuertes en lo que a recaudación de fondos para organismos de ayuda humanitaria se refiere, actos a los que acudió vestida de sus diseñadores de cabecera, como el británico Victor Edelstein o su diseñadora favorita, Catherine Walker, quién la vistió en innumerables ocasiones.
De negro y vestida de Emanuel, otra de sus firmas favoritas, así fue como acudió a uno de sus primeros actos benéficos, un concierto en el Goldsmiths Hall en Londres, elegante como solo ella supo.
El rojo fue su color, y confió en él para actos como la gala de Cruz Roja en beneficio de las víctimas de las minas antipersona que tuvo lugar en el Museo Nacional de Mujeres Artistas de Washington en 1997 (izq), o para una cena en le Petit Palais junto a Madame Bernadette Chicac, esposa del Presidente Jaques Chirac, mediante la cual se recaudaron fondos para obras benéficas (dcha).
Pero no todo quedó ahí, la que fuera apodada "Princesa del pueblo" dio un giro sustancial y promovió un evento sin precedentes a mediados de 1997, una subasta de vestidos de cóctel y de noche usados por ella.
Celebrada en Christie’s en Nueva York y titulada “Vestidos de la colección de Diana, Princesa de Gales” consiguió recaudar fondos para diferentes organizaciones contra el cáncer y el SIDA en Reino Unido y Estados Unidos. Sin duda alguna, una acción memorable.
En palabras del director del Instituto de gestores para la obtención de fondos para obras de beneficencia de Gran Bretaña (Institute of Charity Fundraising Managers), «El efecto general de Diana sobre las organizaciones y sociedades benéficas es probablemente, más significativo que el de cualquier otra persona del siglo XX”».
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