Septiembre es el mes que eligen muchas personas para poner en marcha nuevos hábitos en su vida, como hacer ejercicio físico. Tanto si es tu caso y no has pisado un gimnasio en los últimos diez años, como si lo único que quieres es incorporar un nuevo deporte en tu vida, el Yoga o el Pilates pueden ser una opción estupenda, pero ¿cuál elegir?
Tanto el Pilates como el Yoga centran buena parte de su práctica en el trabajo de la zona central de nuestro cuerpo. Ambas nos hacen trabajar nuestra fuerza relativa, aquella relacionada con nuestro propio peso corporal, y también ayudan a la movilidad de nuestras articulaciones. Pero aunque puedan parecer similares, lo cierto es que con cada uno de ellos conseguiremos diferentes beneficios.
Si lo que buscamos es un cambio estético, te diré algo, al igual que le pasó a Christine, cuando comiences a entrenar, los cambios estéticos vendrán solos. El objetivo de practicar cualquier deporte no debería ser nunca el de adelgazar, sino el de tener una salud mejor. Te contamos en qué se diferencian el Yoga y el Pilates para que puedas elegir la práctica que más se adecúe a ti.
Los beneficios del Yoga
El Yoga es una actividad física que ha demostrado ser excelente para aumentar la fuerza muscular, el equilibrio, la coordinación, la postura y la flexibilidad, y nos ayuda a regular los niveles de presión sanguínea, la respiración y el ritmo cardíaco. La ciencia ha demostrado que el Yoga es muy efectivo en la prevención y gestión del estrés, además de ayudarnos a lidiar con la ansiedad y tener efectos en la depresión.
El Yoga tiene además beneficios directos sobre ciertas enfermedades. Varios estudios han comprobado que el Yoga puede ayudar a aliviar el dolor y la discapacidad causada por la artritis, y algunas revisiones aseguran que disminuye el riesgo de sufrir ateroesclerosis. Además, al tratarse de una práctica en la que se trabaja muchísimo con la respiración, el entrenamiento mejora las funciones pulmonares y la fuerza de los músculos inspiratorios y espiratorios.
A nivel estético también conseguiremos resultados. Según este estudio el entrenamiento de Yoga durante una hora todos los días por la mañana disminuye el peso corporal, el índice de masa corporal y la relación cintura-cadera. Y un dato más: el Yoga es beneficioso también para la piel.
Los beneficios del Pilates
Según esta investigación, realizar Pilates de manera regular aumenta nuestro nivel de flexibilidad, incluso cuando se realiza una práctica de baja intensidad, sin material y sin excesivas habilidades previas. Además, a pesar de tratarse de una actividad considerada de intensidad moderada, las investigaciones apuntan a que si se es constante reduce el índice de masa corporal.
Nos permite también aumentar la fuerza de los músculos en el abdomen y la zona baja de la espalda, y ayuda a reducir dolores de espalda. Además,hay investigaciones que aseguran que tras seis meses de práctica continuada de Pilates, mejorará la percepción que tenemos de nuestra imagen corporal, apariencia física y salud.
Las diferencias entre el Yoga y el Pilates
La respiración
La primera de las grandes diferencias entre ambas prácticas está en el tipo de respiración que trabajamos con cada una de ellas. En Yoga usamos una respiración abdominal y profunda, llamada Pranayama, y tanto inhalación como exhalación se realizan a través de las fosas nasales. No es la que solemos hacer y necesitarás algo de práctica para controlarla tal y como nos explican los expertos de Vitónica.
En el Pilates por otra parte, se suele usar una respiración intercostal. El objetivo es ampliar la caja torácica y dar estabilidad a la pelvis, así que se usa la musculatura del tórax y de la espalda, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
La conexión mente-cuerpo
El segundo punto en el que distan ambas disciplinas tiene que ver con la forma en la que trabajamos la conexión entre nuestra mente y nuestro cuerpo cuando practicamos este tipo de ejercicios. En el caso del Pilates gana importancia la concentración. Para llevar a cabo la práctica, deberemos tener la máxima atención posible a los ejercicios y movimientos.
En el Yoga, además de vivir ese momento presente, trabajaremos con la meditación o Dhyana, que tal y como nos explican en Vitónica, “es el séptimo de los pasos del Yoga que hace alusión a un estado espiritual en el que nos encontramos centrados en nosotros mismos, sin ninguna acción exterior”.
Los movimientos
En el Yoga nos encontramos con muchas variantes que varían la intensidad de sus movimientos y el dinamismo de los mismos, aunque normalmente se realiza una secuencia continuada y sin descansos, o si se realizan, serán con asanas.
Dentro de los tipos de yoga nos encontramos desde el Hatha Yoga, perfecto si estamos empezando y que se basa en asanas más estáticos y enfocados a controlar la respiración, hasta el Vinyasa Yoga o Vinyasa Flow Yoga, un tipo de Yoga muy dinámico enfocado a coordinar los movimientos de nuestro cuerpo con la respiración, y haciendo siempre un ejercicio aeróbico.
En Pilates se utiliza una combinación de movimientos fluidos y ejercicios de fortalecimiento muscular para desarrollar fuerza y estabilidad. Así, en una sesión de Pilates los ejercicios se repiten varias veces, intercalando cada serie con un descanso.
El material utilizado
Para Yoga solo necesitamos una esterilla como esta y nada más. Ropa cómoda que nos permita libertad de movimientos. Solo se trabaja con el peso corporal, en cambio en Pilates se utilizan máquinas y accesorios por lo que necesitamos más material, especialmente si vamos a practicarlo en casa.
Qué elegir: Yoga o Pilates
Si buscas una actividad que combine ejercicios físicos, técnicas de respiración y relajación, el yoga te permitirá desarrollar flexibilidad, coordinación y relajación, al mismo tiempo que mejorarás la conciencia de tu cuerpo y mente. Es la práctica ideal si te interesa hacer algo que te conecte a nivel más espiritual.
Por otro lado, si tu intención es fortalecer los músculos en profundidad, mejorar el equilibrio y la postura, mientras tonificas tu figura, el Pilates es un ejercicio más activo especialmente con los músculos del core.
Pero lo cierto es que ambas prácticas son estupendas y tienen tantos beneficios que elegir una u otra nos parece tarea imposible, así que lo mejor es combinarlas y obtener los beneficios de ambas. Incluso podemos probar el PiYo, una nueva práctica que combina ejercicios de ambas disciplinas.
Fotos | Elina Fairytale en Pexels, Olivia Bauso, Jaspinder Singh, Michael Starkie, Marea Wellness y LUNA ACTIVE FITNESS en Unsplash
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