No son días fáciles para doña Sofía. El pasado 10 de enero se cumplía un año del fallecimiento de Constantino de Grecia. Aquella muerte marcó profundamente a la emérita. Su querido hermano, el mismo que estuvo junto a ella en los momentos más complejos, se había ido. Atrás quedaron aquellos veranos en Marivent o las cenas familiares en Zarzuela.
La relación entre Juan Carlos y Constantino siempre fue estupenda. Se hicieron amigos cuando eran jóvenes y, desde entonces, mantuvieron siempre el contacto. Era habitual ver al hermano de doña Sofía en palacio. También visitó Marivent en infinitas ocasiones y disfrutó del mar junto al emérito, también aficionado a la vela.
El pasado enero, Juan Carlos no dudó en trasladarse hasta Atenas para velar el cuerpo de su amigo. Un años después, ha sucedido algo distinto. El marido de doña Sofía celebró su cumpleaños en Abu Dabi y optó por no acudir a la misa funeral de Constantino. Sus hijas, Elena y Cristina, acudieron a ambos eventos: cumpleaños en Emiratos y misa en Atenas.
Sofía, Irene de Grecia, Elena y Cristina en Atenas
Esta vez, tampoco se trasladaron hasta Grecia Felipe y Letizia. Sus apretadas agendas y el revuelo mediático generado a raíz del reportaje feliciano de don Juan Carlos impidieron su traslado. Leonor, Sofía y sus primos tampoco acompañaron a su abuela. Es decir, doña Sofía tan solo ha compartido estos días tristes con sus dos hijas. Tía Pecu, mas conocida como Irene de Grecia, también estuvo allí. Tal y como publica Pronto, estuvieron en el Tatoi junto a la familia real griega.
Fotos | Gtres
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