Los lapsus de memoria son habituales en nuestra día a día, aumentando conforme pasan los años. Y aunque nos preocupen, no siempre tienen que ver con la demencia o el alzheimer
A todos nos ha pasado alguna vez. Ir a decir una palabra, o querer recordar el nombre de un pueblo, y no acordarnos o quedarnos en blanco. Cuando eres joven, a este tipo de olvidos no le damos importancia alguna. Pero a partir de los 50 comienzan a preocuparnos porque pensamos que esos lapsus comunes pueden desembocar en problemas como el alzheimer.
En principio, los expertos señalan que en la mayor parte de los casos no son preocupantes. De hecho, el Dr. Fernández-Ferro, de Quirón Salud, explica que aunque "el problema de la memoria provenga del cerebro, no quiere decir que se deba a una demencia".
Cuáles son las principales causas de los lapsus de memoria
Esos lapsus de memoria que tenemos todos a veces sí que pueden delatar problemas más graves relacionados con enfermedades como la demencia. Pero en la mayor parte de los casos, son fallos que no son graves que se pueden trabajar en muchos casos con ejercicios que ayudan a mejorar las pérdidas de memoria y la agilidad mental según expertos en neurociencia , teniendo claro que una buena memoria se basa en que olvidemos, aunque la clave está en cuánto y en cómo lo hacemos.
- Lapsus de memoria por sobrecarga. El cerebro tiene memoria a corto plazo, la que nos permite retener la información durante un corto periodo de tiempo. También conocida como memoria de trabajo, son las estructuras y procesos que nuestro cerebro utiliza para el almacenamiento temporal de la información. Por eso, este es un recurso limitado y puede sobrecargarse rápidamente. Además, hay que tener en cuenta que la memoria de trabajo está asociada a las actividades de varias partes del cerebro, pero tiene sus debilidades. Solo podemos absorber una cantidad determinada de una vez. La solución es sencilla: concentrarse más, evitar la multitarea y escribir lo que es importante.
- Estrés crónico. Los efectos que el estrés crónico tiene sobre la salud pueden llegar a ser devastadores para nuestro cerebro, afectando al estado de ánimo, a nuestra capacidad de concentración y también a nuestra memoria, llegando incluso a ser un factor de riesgo para la aparición de Alzhéimer y demencia. En este sentido, la neuróloga de los hospitales Quirónsalud en Tenerife Alessia Pepe señala que aunque "el estrés es una respuesta fisiológica que nos ayuda a estar alerta y, por lo tanto, a preparar nuestro organismo para afrontar una situación inesperada, una amenaza o un evento peligroso; cuando este estado se prolonga en el tiempo puede llegar a provocar cambios el cerebro y afectar a nuestra memoria".
- Lapsus de memoria en personas que padecen problemas emocionales y depresión. Cuando hay problemas de salud relacionados con la salud mental, o hay problemas emocionales que se prolongan en el tiempo, es normal tener problemas de memoria.
- Lapsus de memoria por no dormir bien. Dormir bien y con unos hábitos adecuados acostándonos cada noche a la misma hora es fundamental. Y cada vez dormimos peor por la hiperconectividad y por el estrés. Cuando no proporcionamos al cuerpo y al cerebro el suficiente descanso de calidad, aumentamos las posibilidades de sufrir lapsus frecuentes. Por eso, hay que evitar usar el teléfono móvil antes de irnos a dormir, y descansar al menos de siete a nueve horas cada día para optimizar la función cerebral y la propia memoria.
- Avance de la edad cerebral. A todos nos ha pasado el hecho de no recordar nombres de personas, detalles de cosas que antes nos sabíamos de memoria, ciudades que hemos visitado, nombres de tiendas a las que hemos ido mil y una veces... Esos lapsus se incrementan con el paso de los años, y eso entra dentro de lo normal, ya que olvidar por el paso del tiempo es un desgaste natural y todos deberíamos ser conscientes de ellos siempre que sean lapsus limitados y no sea algo generalizado.
- Mala alimentación. Los alimentos son como la gasolina para nuestro cuerpo. Y si tenemos una alimentación rica en grasas, con exceso de alimentos procesados y no aportas al cuerpo nutrientes naturales, tenderemos a padecer obesidad y enfermedades cardiovasculares, y por extensión, podríamos estar provocando demencia y pérdida de memoria.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Al hablar de déficit de atención o hiperactividad solemos pensar en niños y adolescentes. Pero cada vez es más común que también haya adultos con estos problemas. En este sentido, hay que saber que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad afecta directamente la capacidad de concentración, una actividad que es clave para que el cerebro procese de forma eficiente toda la información que recibimos.
Al margen de estos problemas relacionados con la memoria, que podemos trabajar con sencillos hábito como beber agua de forma abundante o escribir a mano de forma habitual para agilizar la mente, los lapsus de memoria podrían ser una señal de que algo más grave está pasando en el cerebro, como la demencia o el alzheimer. Por eso es especialmente importante seguir estos síntomas para ver si realmente hay un problema, o si sencillamente, son lapsus normales sin mayor complicación.
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