Ducharse a esta hora podría ayudarte a vivir más, según un especialista en cardiología

El mundo se divide entre los que prefieren ducharse por la mañana nada más despejarse, los que optan por ducharse al final del día para relajarse y quitar la suciedad antes de meterse en la cama, y los que se duchan dos veces al día. Porque de los que no se duchan a diario, mejor no hablamos. El caso es que a priori, la decisión de cuándo ducharse podría parecer una opción personal que entra dentro de los gustos y manías de cada uno, como podría ser comer la tortilla con o sin cebolla, o preferir la pizza con piña, o sin ella. 

Sin embargo, la hora de la ducha podría ir más allá de la mera preferencia: algunos estudios sugieren que ducharse a ciertas horas puede tener un impacto real en nuestro descanso nocturno. La temperatura corporal, la relajación muscular y la preparación mental para dormir parecen estar vinculadas al momento del día en que nos duchamos. Así, lo que parecía un hábito rutinario podría convertirse en un pequeño aliado para mejorar la calidad del sueño, ayudándonos a conciliarlo más rápido o a despertarnos más descansados. Sobre todo, cuando tenemos más de 50 y nos cuesta conciliar el sueño. 

La evidencia científica a favor de la ducha nocturna

Según explica el cardiólogo Aurelio Rojas en su cuenta de Instagram, la ciencia respalda claramente la ducha nocturna como estrategia para mejorar el descanso. "La ciencia lo tiene claro: una ducha templada 1 o 2 horas antes de dormir ayuda a regular la temperatura corporal, facilita el inicio del sueño y mejora la calidad del descanso profundo", explica el especialista.

Rojas fundamenta sus afirmaciones en investigación sólida: "Un metaanálisis publicado en Sleep Medicine Reviews analizó 17 estudios y confirmó que las duchas calientes (40–42,5 °C) antes de dormir mejoran la latencia del sueño, la eficiencia y la duración total del sueño. Esto es debido al efecto de la temperatura en hormonas como la melatonina y el cortisol, ayudando a regular correctamente nuestro ritmo circadiano".

Un hábito simple con gran impacto

Si experimentas dificultades para conciliar el sueño o aspiras a optimizar tu descanso, sustituir la ducha matutina por una nocturna podría ser la solución según este especialista. Entre las ventajas que explica que podríamos conseguir al ducharnos por la noche, destaca que se reduce el tiempo para conciliar el sueño, además de aumentar el sueño profundo y reparador. 

Además, señala que ducharse por la noche mejora la memoria, el sistema inmune y el estado de ánimo. Según este profesional, también favorece la longevidad, ya que dormir bien reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y deterioro cognitivo. En resumen: La ducha nocturna no es solo una cuestión de higiene: es uno de los mejores trucos para dormir mejor y mejorar la longevidad.

Fotografías| @doctorrojas, gpointstudio para Freepik

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