Recuerdo mi infancia con la televisión encendida y Karlos Arguiñano cocinando. Es un clásico de la televisión. Y también es un hombre sin pelos en la lengua. Algunas veces los comentarios son cuestionables y otras, bastante acertados. Hoy te hablaremos de uno de los segundos que hace referencia a los padres con hijos.
Karlos Arguiñano tiene siete hijos y trece nietos. Y como padre tiene claro que hay algo que nunca debería ser sustituido en la vida familiar por mucho trabajo que tengas, pero que parece que se está perdiendo por el estilo de vida que llevamos en el que la conciliación es un objetivo a cumplir en muchas casas.
Sin embargo, para el chef vasco, no se trata de falta o no de tiempo, sino de educación. "La educación de casa es la primordial", explicaba haciendo referencia a que ahora es habitual que se “subcontraten” la educación de los niños a terceros o que se deje en manos de colegios y educadores el grueso de la educación. Para Karlos Arguiñano, "en la escuela o en el colegio, por muy caro que sea, le puede dar buena educación, pero la educación se da en casa".
Comer en familia, imprescindible para Karlos Arguiñano
Dentro de la educación, Arguiñano asegura que hay algo que a muchos padres se les olvida y que para él es fundamental como familia. Así lo explicaba en su programa cuando sentenciaba que "por muy trabajadores que sean los padres o la comida o la cena la tienen que hacer con los hijos".
Es precisamente en esos momentos que compartes con los niños y durante las comidas, donde te das cuenta, como explica el chef, de las carencias educativas de tus hijos. "Si estás con ellos te das cuenta de muchas cosas y tú puedes ir rectificando fallos que estás viendo”. Afirma además que puedes ver sus emociones y saber el porqué de las cosas si compartes con ellos estos momentos. Para Arguiñano, si no estás ni comiendo ni cenando con ellos, “se te escapan muchos detalles”.
Los beneficios de comer en familia
Lo cierto es que al chef no le falta razón. Comer en familia tiene numerosos beneficios que van desde promover hábitos alimenticios saludables, mejorar el vocabulario de los más pequeños, disminuir las conductas de riesgo de los adolescentes y hasta aumentar su autoestima y resiliencia. Además, mejora los resultados académicos de los niños y, según asegura Miriam Weinstein en su libro ‘The Surprising Power of Family Meals’, comer juntos “nos hace más inteligentes, más fuertes, más sanos y más felices”.
Aunque en ocasiones sus opiniones sean algo controvertidas, lo cierto es que en esta ocasión Karlos Arguiñano tiene más razón que un santo: comer en familia debería ser ese hábito al que ningún padre por muy ocupado que esté, debería renunciar.
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Fotos | Hogarmania, Facebook Karlos Arguiñano
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