Jugar a la petanca tiene múltiples beneficios físicos, y sobre todo, mentales
¿Quién dijo que la petanca era un juego aburrido y reservado a personas con poca movilidad? Aunque en España este juego está un poco devaluado, la popularidad de la petanca está subiendo enteros en países como en Francia, en el mundo de la moda y entre las celebrities.
En amplias zonas de nuestros vecinos del norte (empezando por la siempre sofisticada Costa Azul) la petanca es considerada casi como un deporte nacional, pudiéndose ver desde niños a adolescentes pasando por gentes de mediana edad y jubilados jugando en parques o a la orilla del mar. De hecho, llegó a ser deporte olímpico por primera vez en los Juegos Olímpicos de París del pasado verano.
Tanto es así, que además de tiendas de diseño en las que se venden ropa y todo lo que necesitas para jugar a este deporte, firmas como Celine lanzaron un espectacular juego de petanca de lona 'Triomphe' y piel de becerro tostado por la nada desdeñable cantidad de 1.100 euros. Prada ( 2.050 euros) y Chanel (3.200 euros) hicieron lo propio, lanzando sus propios y sofisticados sets para disfrutar de este deporte con estilo.
Su popularidad ha llegado a tal punto que es tendencia entre las celebrities y las firmas de moda. La mismísima Dua Lipa celebró su cumpleaños con amigos hace un par de años disfrutando de una paella y jugando a la petanca Y se ha podido ver jugando a este juego a la familia Casiraghi en Mónaco, a la actriz de Vikingos Katheryn Winnick o a Vanessa Paradis junto a su hija, Lily-Rose Deep.
Los beneficios físicos de jugar a la petanca
Más allá del proceso de glamourización de este juego entre firmas de moda y famosos, lo cierto es que jugar a la petanca tiene una serie de beneficios que no podemos dejar escapar, y que son particularmente importantes entre las personas que pasan de los 60.
Para empezar, la petanca es popular entre las personas de más edad porque a nivel aficionado no resulta especialmente agresiva ni requiere de una forma física concreta.
Según un artículo publicado en la revista médica Ocronos, practicar petanca permite estar en constante movimiento físico durante toda la partida, fortaleciendo las extremidades superiores e inferiores, ya que continuamente hay que agacharse a recoger las bolas, y después lanzarlas. Además, se evita la atrofia en distintas partes del cuerpo como las manos, al utilizarse tanto los dedos como la muñeca.
También se ejercitan los hombros (estas articulaciones son las que realizan el movimiento para lanzar la bola) y la espalda, ejercitada constantemente para recoger las bolas. Según esta revista médica, en el caso de tener alguna patología de espalda, muchos jugadores emplean un imán para recogerlas, por lo que no es excluyente tener una lesión con la práctica de este deporte. Además, se trabaja la agudeza visual enfocando la vista en el boliche y mirando las bolas del equipo contrario.
Socializar, un aspecto clave de este deporte
Más allá de los beneficios físicos, destacan especialmente los beneficios mentales y de socialización que tiene este deporte. La rutina de jugar en parques y plazas hace que las personas lo practican socialicen a diario, rompiendo en muchos casos con la soledad que viven en sus casa.
Los grandes estudiosos del campo de la longevidad han estudiado las relaciones sociales como un factor fundamental para garantizar una buena salud, mantener de forma correcta las funciones cognitivas o prevenir el riesgo de deterioro de estas. En esta línea, cada vez hay más estudios como el desarrollado en la Universidad de Waterloo que relacionan la soledad y el aislamiento social con la pérdida de memoria.
Y en este caso, la petanca es un deporte que ayuda a romper ese posible aislamiento al ser un deporte económico, fácil de practicar y que no necesita tener una forma física excelente. Las personas que juegan suelen quedar prácticamente a diario, y existen decenas de clubes y asociaciones de jubilados a lo largo y ancho del país que permiten socializar a sus miembros y tener una motivación para salir de casa y hacer algo diferente a la rutina diaria.
Además de ese papel socializador, la revista médica Ocronos afirma que jugar a la petanca mantiene la menta activa al tener que pensar en la estrategia, y obliga a mantener la atención para atender al correcto desarrollo de la partida.
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