Muchos hablan de hacer caso a las microexpresiones y el lenguaje no verbal durante la conversación para saber la verdad
Ser una persona mentirosa y decir una mentira, no es lo mismo. Es como la diferencia entre correr una vez y ser corredor: la primera es una acción puntual y la segunda, una identidad construida con repetición. Ahora bien, ¿podemos identificar a alguien con tendencia a mentir si hablamos con ella?
La investigadora alemana Kristina Suchotzki, especialista en el análisis de mentiras, aseguraba a Infobae en una entrevista que “las personas que quieren mentir deben evitar que la verdad se escape, una tarea que requiere energía” y explica que “no hay un indicador claro, solo evidencia que sugiere mentiras”. Podemos acercarnos a la sospecha, porque no existe truco, psicológico o no, con una efectividad del 100% si hablamos de detectar una mentira. Ni siquiera el famosísimo polígrafo o detector de mentiras es infalible, porque aquí entra en juego algo más que lo que nosotros percibimos, y es la capacidad de otros para encubrir aquello que debería advertirnos de la mentira.
Alba Cardalda, psicóloga y experta en neuropsicología, explicaba en su cuenta de TikTok, que puedes usar la técnica de los tres segundos cuando sospechas que te mienten. “Pregúntale a esa persona lo que quieras saber y después de que te conteste, mantén la mirada y crea un silencio de tres segundos”, asegura Cardalda. “Si te están mintiendo o te están omitiendo información, se pondrán nerviosos y tratarán de llenar ese vacío”. También puede cambiar el lenguaje corporal, pero insisto: no tiene una eficacia del 100%.
Podemos sospechar que nos mienten, pero es complicado saberlo al 100%
Una mentira puede provocar cambios fisiológicos en nuestro cuerpo, como el aumento de la frecuencia cardíaca o la sudoración, pero hay personas capaces de reducir la intensidad de estas respuestas con entrenamiento. Además, influye cuánto conocemos a la persona que miente. Este estudio afirma que microexpresiones, inquietud y gestos inusuales, pueden indicarnos un intento de engaño, pero para cazar al mentiroso es necesario que conozcamos previamente a quien miente.
El Dr. Jonathan Alpert, psicoterapeuta, y Rick Musson, consultor policial coinciden en que “es importante conocer el comportamiento físico típico de una persona para poder discernir con precisión las señales de mentira". Aunque está muy extendida la idea de Ekman de que observar microexpresiones nos ayudará a descubrir el engaño, faltan estudios que respalden sus afirmaciones porque alguien se puede asustar en un interrogatorio y que eso no signifique que está mintiendo, por ejemplo. Hay algunas señales, que sí nos pueden poner en alerta y que según la psicología, pueden ayudarnos a detectar a alguien que miente, pero por mucho que se cumplan, nunca tendremos una certeza completa de que la persona nos miente. Para saberlo al 100% y averiguar la verdad, lo mejor es hacer más preguntas.
La gente suele mentir, en su mayoría, entre una y dos veces al día. No siempre son grandes mentiras, a veces solo mentimos de cosas sin importancia, pero quien nos rodea sólo es capaz de detectar el 50% de las mentiras. Quizá con el truco de Cardalda, el porcentaje suba un poco.
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