Lo que pasa con Amaia, Leire y LODVG es de locos, pero gana la historia de otro grupo pop español: Amistades Peligrosas

Lo que está pasa con Leire, Amaia y LODVG nos parece de locos, pero nunca olvidaremos la que liaron durante 30 años Cristina del Valle y Alberto Comesaña. Historia de España

Anabel Palomares

Editor

Alberto Comesaña y Cristina del Valle se conocieron en Vigo, en el programa de fin de año 1988 de la televisión gallega. Un año más tarde Cristina le busca para que le componga canciones para su tercer disco. El 17 de junio del 89 salen juntos de marcha, se enamoraron y de ese amor surgió la idea de crear el dúo ‘Amistades Peligrosas’. Transformaron su relación personal en una relación profesional que los devoró a sí mismos, pero antes, lo tuvieron todo. Lo que ocurrió entre bambalinas fue aún peor que todo lo que está pasando con La oreja de Van Gogh, Leire y Amaia. Este es el recorrido sin filtros por el ascenso, clímax e implosión de Amistades Peligrosas, una de las parejas más famosas del pop español.

Capítulo 1. Ascenso y clímax de una pareja dentro y fuera de los escenarios

Antes de que llegara Amistades Peligrosas (AP), Cristina del Valle quería ser criminóloga, pero la música siempre la acompañó. Pasó de hacer canción protesta al pop y comenzó su carrera musical profesional con el grupo Vodevil que se llegó a presentar en el programa ‘La Tarde de TVE’ de Pepe Navarro. Luego, editó dos discos en solitario con el nombre artístico de Crisss. Por su parte Alberto Comesaña, que aseguraba en una entrevista a Vanity Fair que fue “un advenedizo en la explosión del punk al que le gustaba vestirse y bailar”, fue parte del grupo porno-pop Semen Up así que la provocación, en su caso, venía de fábrica. De hecho, ‘Lo estás haciendo muy bien’ en el que cantaba “Pero cariño no pares, tú sigue y no hables, que Dios te lo pague, que lo haces muy bien” podría ser una de esas canciones sexys para una noche de pasión (al menos para él), y fue el germen de la sensualidad y sexualidad que representaría el dúo con Cristina.

Como curiosidad te diré que él se arrodilló en medio de una fiesta con otros artistas y comenzó a gritarle que la amaba. Ella no sabía que él había hecho una apuesta con Javier Maté, el portero del Celta, a “que me la ligaba esa noche. A ella ese tema no le hacía mucha gracia”, comentaba en la citada entrevista. Vaya Alberto, quién sabe por qué no le gustaría a alguien que una machirulada fuera el inicio de la relación… 

El problema entre ellos fue siempre el mismo: su relación era una batalla constante. Cristina del Valle comentaba que juntos eran dos abismos como en la película de ‘Las amistades peligrosas’ y de ahí surgió su nombre. Al poco tiempo de empezar a salir, comenzaron a vivir juntos y cuando solo había pasado un año se encontraron “con una relación sin consolidar” unida a una “una situación de éxito absoluto” con Amistades Peligrosas. “Todo eso devoró a la relación personal porque ya no tienes espacios propios, ni tiempo para ti, ni para la pareja”. 

Su objetivo era combinar lo sensual, lo transgresor y lo social, y desde sus inicios explotaron esa imagen cargada y barroca que con el fin de la movida madrileña encontró un terreno fértil en el que sembrar deseo y recoger éxito. Lo que tenían no era química artística. Era el reflejo de una relación real, apasionada y tormentosa. Su primer álbum, ‘Relatos de una intriga’, se lanzó en 1991 y su canción ‘Estoy por ti’ se convirtió en auténtico hit. Tras él, la mítica ‘Me haces tanto bien’ de su disco ‘La última tentación', les catapultó a iconos pop gracias en parte a ese erotismo innato. El periodista musical Joseba Elola los definió como “el grupo más caliente del panorama musical español”.

Capítulo 2. El precio del deseo: declive y ruptura

Viviendo como vivían con tal intensidad la relación, la convivencia no era fácil. Al fin y al cabo pasaban 24 horas juntos cada día, y a medida que el éxito crecía, las tensiones entre ellos aumentaban. "Hemos tenido una relación muy conflictiva, no estábamos preparados para vivir juntos sin conocernos", confesaba la cantante en Antena 3. Por su parte Comesaña afirmaba en el mismo programa que "lo que le puedo reprochar a Cristina es su vehemencia, es una mujer muy intensa". Con el tiempo ambos se dieron cuenta de que buscaban caminos opuestos. Él quería mantener el tono provocador y erótico y ella quería centrarse más en la reivindicación social y el activismo. 

El nivel de tensión era tal que llegaron a poner un tabique en medio de la casa, pero en 1995 finalmente rompieron como pareja. Eso sí, en lugar de poner en práctica el contacto cero, ellos continuaron como grupo y eso de trabajar con tu ex no es algo que le desee a nadie, especialmente cuando se ha vivido una relación conflictiva. A finales de los 90, el desgaste emocional entre ellos era más que evidente y las discusiones constantes hacían imposible mantener el proyecto. 

En 1998 publicaron ‘Grandes Éxitos’ y Cristina del Valle lanzó un comunicado de forma unilateral sobre la disolución del grupo. Comesaña dijo que no estaba de acuerdo y los fans de AP no entendían nada porque acababan de publicar un disco y habían empezado una gira. El momento más surrealista y delirante de su separación se vivió durante una entrevista en el programa ‘Madrid Directo’ de Telemadrid en el que discutían justo sobre esto.

En 2003 se reconcilian y nace el álbum ‘La larga espera', pero en 2005 volvieron a separarse, afirmando que esta vez sería “para siempre”. Spoiler: aún quedaría mucho salseo tras esto. 

Capítulo 3. La lucha (real) por ser Amistades Peligrosas

Tras la separación Comesaña comenzó a hacer un programa de radio en el que leía textos de motivación con música de fondo y pasó por ‘La Isla de los Famosos' en la edición de 2004. Del Valle se dedicó al activismo. Creó la Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género y dedicó 20 años a recorrer lugares en conflicto como Palestina o Irak, para apoyar la creación de leyes contra la violencia sobre las mujeres. También trabajó en la música, dio conferencias, estudió y vivió un cuadro serio de estrés. 

En ese tiempo comenzó otra batalla: la del nombre. Cristina del Valle registró el nombre en España el año en que el dúo se disolvió, y Comesaña aseguraba en una entrevista a ABC que “años después retomamos un último disco y descubrí que yo no era copropietario de la marca”. A Alberto Comesaña no le quedó otra que revivir el proyecto cambiándole el nombre por Nuevas Amistades en España y continuar siendo Amistades Peligrosas en Latinoamérica donde sí registró el nombre. 

El tema del nombre se convirtió en un auténtico problema porque en 2015 se detuvo a AP por actuar en Chile sin visado de trabajo, pero solo fue a Comesaña y su pareja artística en ese momento, porque allí él era AP y en España lo era Cristina del Valle. “Con «Pop tour» seguía cantando mis temas de Amistades, todos compuestos por mí, cosa que a ella no le hizo gracia y se creó una guerra que por fin hemos resuelto más o menos «amistosamente». Yo soy Amistades en unos países tipo Perú, Colombia y ella en otros. Un lío”, explicaba Comesaña.

Cristina del Valle, por su parte, siguió usando el nombre AP en diferentes actuaciones y discos pero con otros compañeros. De 2010 a 2013 lo hizo con Manu Garzón con quien publica ‘El arte de amar’ en 2013. Cuatro años más tarde, Del Valle sigue con Marcos Rodríguez y hasta 2019 dan más de 50 conciertos y trabajan en el disco ‘Pacto de Sal’. Ambos discos fueron bajo el nombre de Amistades Peligrosas.

Capítulo 4. Reencuentros, heridas y terceras oportunidades

Como si fuera una historia de amor de película, el concierto de Mastodonte liderado por Asier Etxeandia les reencontró. Se les invitó por separado y al llegar allí, se vieron en la zona VIP. Ella comenta en una entrevista para El País que aún no estaban preparados para pedirse perdón, pero en 2021 el 30 aniversario del nacimiento de la banda y un buen momento para una gira. 

En plena la pandemia, Del Valle y Comesaña decidieron que ahora que el tiempo había pasado y estaban más tranquilos, podían volver a trabajar juntos. “Vamos a hacer un recopilatorio con los grandes éxitos de Amistades porque hay muchas generaciones que no nos conocen”, afirmaba ella en 2021. También sacaron un single llamado ‘Alto el fuego’, “ya que como decimos Alberto y yo, llevamos 30 años en guerra. Así que ahora vamos a cerrar esa paz después de tantos años separados y con una relación tan difícil y conflictiva”. En ese momento ella tenía 61 años y el 60, y ese reencuentro reabrió heridas.

Epílogo: El legado y las cicatrices

Tras el anuncio de la gira, y después de esa aparente reconciliación, ambos participaron en programas de televisión donde hablaron con algo de franqueza del pasado, asegurando que “hay recuerdos de situaciones duras. Hay heridas que todavía están ahí”. Ninguno de los dos negó la intensidad ni el daño de aquellos años, y fue mucho de ambos, pero siguen trabajando y haciendo conciertos juntos a día de hoy.

En febrero de 2025, Del Valle confesaba en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ que en el punto álgido de AP, sufrió ciertas presiones para sexualizar su imagen y “calentar a todos los tíos de España”. “Me decían: 'Eso es lo que queremos de ti, no queremos que hables de política ni de sociedad'. Y yo me negué a hacer eso", explicaba. Aunque Comesaña negó haber participado en ese tipo de presiones porque “en esa etapa estábamos ya separados y cada uno tenía su mánager”.

Tres décadas después, AP sigue siendo un fenómeno único en parte por todo ese drama y salseo que les ha acompañado durante más de 30 años. Lo de La oreja de Van Gogh parece, al lado de lo de este icónico dúo, una pelea de niños.

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Fotos | Instagram @amispeligrosas foto 1, foto 2, foto 3

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