Las mejores posturas de Yoga para tonificar y mejorar la circulación de tus piernas aunque estés empezando

Entre los muchos beneficios del Yoga nos encontramos con que tiene un efecto muy positivo en la postura y en el equilibrio. Además, es una buena fórmula para aliviar los dolores de espalda y reduce los niveles de estrés y ansiedad gracias a tratarse de un deporte que se enfoca mucho en la respiración.

Entre sus muchos beneficios nos encontramos también con que es el ejercicio perfecto para ganar fuerza. Aunque pueda no parecerlo, el Yoga puede llegar a ser tan exigente a nivel muscular como una clase de HIIT. Y tiene una ventaja añadida, que para las personas que sufrimos de piernas cansadas al pasar muchas horas teletrabajando nos viene genial, y es que mejora la circulación, especialmente las asanas invertidas.

Por eso hoy queremos contarte cuáles son las cinco mejores posturas de Yoga para tonificar tus piernas y activar la circulación, que nos cuenta Susana Pascual, profesora de Yoga, en este vídeo.

Postura del Guerrero I o Virabhadrasana I

Con los pies separados un metro y los brazos en postura de cruz, las manos quedan en la misma línea que los hombros. Para llegar a la postura del Guerrero I, giramos un pie hacia fuera 90° mientras el otro pie queda un poquito hacia dentro. Comenzamos flexionando la rodilla de la pierna que tiene el pie girado hasta que lleguemos a los 90 grados, manteniendo la otra pierna estirada y todos los músculos de las piernas activos. Es importante asegurarnos de que las articulaciones quedan bien alineadas. Mantenemos la postura durante unos 30 segundos y repetimos con la otra pierna.

Postura del Guerrero II o Virabhadrasana II

De nuevo ponemos los brazos en cruz, piernas separadas y giramos uno de los pies, flexionando la rodilla hasta conseguir 90º. La diferencia con la postura anterior es que esta vez trabajaremos el tronco de manera diferente. Una vez en la postura del Guerrero I, vamos girar nuestras palmas, subir los brazos hasta ​​que se unan y girar también el tronco desde la cintura. Así, nos quedamos de frente a la pierna flexionada. Mantenemos así la postura con cuidado de que los hombros se dirijan hacia abajo y hacia atrás y no hacia la orejas para evitar que se comprima el cuello. Mantenemos la postura durante unos 30 segundos y repetimos con la otra pierna.

Postura del Guerrero III o Virabhadrasana III

Vamos a por la última variante de la serie del guerrero, así que partimos de la postura anterior. Esta es una postura que combina la fuerza en la pierna y el equilibrio. Fijamos la vista en algo en el suelo, inclinamos el tronco hacia delante y con la espalda recta, los brazos arriba y levantamos la pierna trasera 90 grados. Tratamos de estirar bien la espalda y la pierna de apoyo. La experta apunta que “hay que notar que se contrae un poquito el cuádriceps dando firmeza la postura”. De nuevo, mantenemos la postura durante unos 30 segundos y repetimos con la otra pierna.

Postura de la silla o Utkatasana

Vamos a trabajar dos variantes de la misma postura silla. La primera parte de una postura de pie con los pies bien juntos, levantando los brazos y juntando las manos en postura de saludo por arriba de la cabeza. Doblamos las rodillas asegurándonos de corregir la zona lumbar para que no se encorve y activando bien el core. Flexionamos un poco más, como si fuéramos a sentarnos. Esta postura trabaja sobre todo en la zona del cuádriceps y glúteos. Mantenemos la postura durante unos 30 segundos.

Postura de la silla modificada o Utkatasana modificada

Es la más exigente de las posturas que nos propone esta profesora de Yoga, pero no es imposible de hacer, así que vamos poco a poco. En este caso se trabaja con los pies en paralelo separados del ancho de la cadera. Las manos al frente, con la muñeca, hombro y codo alineados. Dejamos la vista fija en algún punto en el suelo para ayudarnos a mantener el equilibrio y levantamos los talones del suelo. Una vez ahí, doblamos las rodillas intentando mantenerlas bien alineadas y con los muslos lo más paralelos al suelo que podamos. Mantenemos la postura durante unos 30 segundos.

Como extra y antes de finalizar, podemos hacer la postura del perro boca abajo o Adho Mukha Svanasana, que a medida que vayamos cogiendo nivel se convertirá en una postura de descanso, aunque al principio nos cueste un poco más. Para ponerla en práctica, solo tenemos que adoptar una posición de V invertida distribuyendo el peso entre nuestros pies y nuestras manos, flexionando únicamente nuestra cadera.

Fotos | Ginny Rose Stewart, Jade Stephens, Ty Feague y Sheldon en Unsplash

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