Naturaleza, autenticidad, poca masificación y un buen chapuzón asegurado
Naturaleza, autenticidad, poca masificación y un buen chapuzón asegurado. La comarca de La Vera, en el norte de Cáceres, lo tiene todo en esta época del año. Porque, sobre todo, destaca por unas piscinas naturales de las que no tienen nada que envidiarle al Mediterráneo. Son perfectas para hacer una escapada en la que no te enteres ni de que hay una ola de calor mortal...
Entre vegetación salvaje y aguas cristalinas, vuelve la temperatura ideal y se evapora el sudor. Prepara el bañador (ya sean bermudas o de marcar), algo de picoteo y un calzado adecuado para andar porque os vamos a hablar de las mejores gargantas, charcos y pozas de la zona para pasar un verano distinto. Uno de esos que se recuerdan toda la vida.
La Garganta de los Minchones: el secreto mejor guardado
Si te gusta la aventura, apunta el nombre de Garganta de los Minchones. Se encuentra en Villanueva de la Vera y, para llegar a ella, hay que recorrer un sendero de 13 km que, además de ser precioso, es fácil. Al final del camino espera la recompensa: “Los Toboganes”, una poza escondida entre rocas y robledales, perfecta para descansar.
La Cascada del Diablo y la Garganta de Gualtaminos: para un plan en familia
También en Villanueva, se encuentra una opción un poco más accesible: la Cascada del Diablo. Es ideal para ir con niños o si no somos muy activos. Si el caudal lo permite, en las pozas es posible baño. No obstante, si buscas algo más cómo, puedes darte el baño en la piscina natural de Gualtamino, que tiene césped, restaurante y hasta socorrista.
Garganta de Alardos: para las fotos de Instagram, con puente romano incluido
La Garganta de Alardos, en Madrigal de la Vera, es una de las más conocidas por una razón: el agua corre bajo un antiguo puente romano y la postal es de cuento. Suele estar concurrida pero, si madrugas, es posible disfrutarla con calma. Además, si te entra hambre, hay cerca chiringuitos.
El Chorro de la Ventera: solo para quienes necesitan acción
Si tienes experiencia en el senderismo y te va la marcha, decántate por la ruta del Chorro de la Ventera. Es una caminata exigente, de nivel medio-alto, pero absolutamente espectacular. Transcurre por gargantas salvajes y termina en unas pozas de escándalo. Empieza en Madrigal y puede que veas hasta cabras montesas refrescándose a tu lado.
Garganta de Cuartos: para los domingueros
En Losar de la Vera se encuentra una de las zonas más familiares de toda la comarca. Junto al puente de la carretera a Valverde, hay varias pozas, además de restaurantes y un ambiente muy dominguero. Aunque, si te animas a explorar garganta arriba, se esconden rincones más tranquilos y menos concurridos.
Garganta Jaranda: la joya del verano
La Garganta de la Jaranda, en Jarandilla de la Vera, lo tiene todo. Piscinas como La Rehoya, La Puente o Pulguillas, pozas secretas como El Trabuquete y agua abundante que no escasea ni en agosto. Es de las que se va a pasar el día entero.
San Gregorio y Los Guachos: para un chapuzón doble
Dos gargantas y un mismo pueblo. En Aldeanueva de la Vera puedes elegir entre de refrescarte en la Garganta de San Gregorio, muy cerca del núcleo urbano, o aventurarte en una excursión hacia Los Guachos, una zona con merenderos y pozas escondidas. Aunque tampoco hay por qué elegir. Puedes bañarte en las dos.
Garganta Mayor: sin agobios
En Garganta la Olla, uno de los pueblos más bonitos de la zona, está la Garganta Mayor. Es de fácil acceso y tiene mucho encanto sin que ello se traduzca en masificaciones y agobios. Lo más popular es el Charco Calderón y las Piletillas de arriba y abajo.
Garganta de Pedro Chate: la guinda del pastel
Justo después de la Garganta Mayor, pero ya en Jaraíz de la Vera, se encuentra esta joyita con charcos y naturaleza en estado puro. Es para recorrer con calma hasta terminar en El Lago, una enorme piscina natural con zona infantil, arena y todos los servicios que puedas necesitar. Así que es ideal para quienes viajan con peques.
No obstante, La Vera es mucho más que agua. Es también sus pueblos de callejuelas de piedra, balcones con pimientos secándose al sol y platos en los que le ingrediente estrella es su pimentón con Denominación de Origen. Son rutas como la del Emperador, castillos donde durmió Carlos V, leyendas como la de la Serrana de la Vera y fiestas que te conectan con tradiciones ancestrales. Muy recomendable para visitar, especialmente, en camper o en caravana y marcarse una ruta completa.
Foto de portada | Falk2
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