Si haces esto en tu próxima entrevista de trabajo tienes más posibilidades de tener éxito, según los expertos

Esta técnica nos ayuda a vencer la paradoja de la autopromoción según la ciencia y eso provoca que aumenten nuestras posibilidades de conseguir el puesto

Hace más de cinco años que no hago una entrevista de trabajo (por suerte), pero aún recuerdo como si fuera ayer el pavor que sentía al enfrentarme a los reclutadores y hablar de mis competencias, mis éxitos y hasta de mis soft skills. ¿Pensarán que soy una flipada?

Nos pasa a muchos, nos cuesta hablar de nuestras capacidades por miedo a lo que pienses, pero también sabemos que tenemos que hacerlo para que sepan quiénes somos. Un reciente estudio ha dado con la solución para enfrentarnos a este dilema: usar el  “humorbragging”.

Qué es el “humorbragging”

La traducción literal de “humorbragging” podría ser fanfarronear o alardear, pero con humor. Es decir, hablar de nuestros logros usando un tono divertido. Según esta investigación publicada en el Personality And Social Psychology Bulletin, funciona. Al menos eso dice Jieun Pai, profesor de la Escuela de Negocios del Imperial College e investigador principal del estudio, que asegura que alardear con humor hace que los candidatos parezcan más agradables y competentes y aumenta sus posibilidades de ser contratado.

Los cuatro estudios que recoge la investigación proporcionan evidencia consistente de que el “humorbragging” puede ayudar a los candidatos a un puesto de trabajo y a los empresarios a vencer con éxito la paradoja de la autopromoción.

La paradoja de la autopromoción resuelta con humor

La llamada paradoja de la autopromoción es un dilema al que muchos nos enfrentamos a diario. Por un lado, existe la necesidad de mostrar las propias habilidades para progresar profesionalmente, pero por otro existe un miedo a parecer demasiado arrogante y que eso, aleje las posibilidades laborales. Además, si pensamos que la autopromoción está relacionada con la autoestima, la confianza en uno mismo, la autoimagen y conceptos que nos persiguen como el síndrome del impostor, así que para muchas personas supone un desafío psicológico.

Y sí, afecta más a las mujeres. Según Connie Glaser, experta en liderazgo femenino, las expectativas sociales sobre el comportamiento femenino promueven la modestia y la colaboración, por lo que la autopromoción choca de forma directa contra estas normas sociales cuando intentan mostrar lo que han logrado. A pesar de que estamos preparadas, formadas y tenemos experiencia, según el estudio de Catalyst, para que las mujeres consigan lo mismo que los hombres, deben emplear un esfuerzo extra en la autopromoción, la única cualidad asociada con el crecimiento de la remuneración según el informe.

Sin embargo la autopromoción es efectiva y también estratégica, y el humor puede ayudarnos. El sentido del humor es una de las estrategias que más nos ayudan a vivir como humanos y es una característica específicamente humana como explica Enric Benavent, educador social y profesor en las EUTSES Pere Tarrés de la Universitat Ramon Llull. Ayuda a reducir el estrés y a estabilizar el estado de ánimo, pero también favorece la comunicación y nos ayuda a superar la incomodidad, algo que es probable que sintamos en una entrevista de trabajo.

Cómo aplicar el “humorbragging”

No se trata de ser Chiquito de la Calzada en una entrevista, sino de aportar un lenguaje desenfadado y con algo de humor para marcar la diferencia. Como hace la agencia de PutosModernos, por ejemplo.

Durante una entrevista, como recoge la investigación de Jieun Pai, el humor puede usarse como una estrategia para demostrar competencias de otra forma. Hablar sobre nuestros logros usando el humor los hace identificables y entretenidos resolviendo la paradoja de la autopromoción. “Este enfoque permite a las personas resaltar sus competencias y logros de una manera que se percibe como más agradable y menos amenazante. Incorporar un ángulo humorístico al hablar de los propios logros puede hacer que una persona sea más atractiva e identificable sin disminuir la percepción de su competencia”, explicaba.

En uno de los estudios que cita la investigación, a los participantes se les pidió que usaran el “humorbragging” o solo la autopromoción para describir su momento de mayor orgullo durante una entrevista laboral. Ambos explicaron cómo habían creado un pastel con temática de fútbol para la fiesta de un niño y cómo habían conseguido una gran propina para la tienda con su trabajo. Uno usó la autopromoción y terminó con “Fue la propina más grande que la panadería haya visto jamás, y nadie ha recibido más desde entonces”. El otro aseguró “Me alegro de haber tenido que hacer sólo el balón de fútbol, ​​no jugar un partido”. Los hallazgos revelaron que el segundo candidato fue percibido como más cálido y competente.

Este mismo humor puede llevarse al CV. Por ejemplo, en otro de los estudios uno dice "Soy un representante de ventas altamente motivado y orientado a los detalles, con experiencia". El segundo añade "Tengo un historial comprobado de convertir el consumo de cafeína en resultados de productividad. Cuanto más café puedas ofrecer, más productividad tendré”. El segundo recibía tres veces más visitas y más contacto de los reclutadores.

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