De la 'cara de Ozempic' a los 'dientes de Ozempic'. El drama estético de la semaglutida que muchos no se esperaban

El auge del Ozempic se extiende mucho más allá de los círculos de celebrities de la talla de Elon Musk o las Kardashians. Este fármaco para la diabetes que se ha viralizado como medicamento para perder peso de forma cuestionable, cada vez es más común en el día a día de personas de a pie. Y es que hay estudios que afirman que un 6% de los americanos consumen o han consumido Ozempic para adelgazar, lo que sería uno de cada ocho adultos en Estados Unidos. Eso sí, sus efectos secundarios son evidentes y entre ellos están las complicaciones dentales.

De la "cara de Ozempic" a los "dientes de Ozempic". Este medicamento obliga a tu cuerpo a producir más insulina, ya que está pensado para que los pacientes con diabetes de tipo 2 puedan reducir la cantidad de azúcar en la sangre. Cuando se consume en dosis más altas, interactúa con las partes del cerebro que regulan el apetito creando la sensación de saciedad, de ahí su fama. Eso sí, tiene consecuencias nefastas más allá de esa conocida "cara de Ozempic", cuando los músculos del rostro se descuelga culpa de una pérdida de volumen, pero no solo eso, los dientes también se resienten.

Los dentistas están frotándose las manos. Entre los efectos secundarios que más afectan a los dientes se encontrarían las caries, el mal aliento y sangrado o irritación de encías, además de sequedad bucal. Y es que aunque la higiene bucal sea excelente, es cierto que todos estos problemas están vinculados con la reducción en la producción de saliva, culpa del consumo de este medicamento, según explican los estudios científicos.

Menor producción de saliva, más problemas dentales. Al suprimir el apetito con el Ozempic, también disminuye la estimulación de las glándulas salivales y se produce menos saliva. Y es que ésta es esencial para mantener la salud bucal, ya que ayuda a neutralizar los ácidos, así como a eliminar restos de comida y a fortalecer el esmalte dental. Además, su disminución también aumentaría el riesgo de caries, enfermedades periodontales y mal aliento. En definitiva, una sonrisa que se resiente por culpa de este medicamento.

Minimizar los riesgos es el primer paso. Lo mejor sería dejar de optar por este medicamento como via para adelgazar, y es que como explican nuestros compañeros de Vitónica, la clave para perder peso sin arriesgar tu masa muscular está en una dieta equilibrada y el trabajo de fuerza, pero también unos buenos hábitos de sueño que nos permitan descansar y dormir bien además de dejar atrás el estrés. Tampoco pasamos por alto el cuidado bucal, y es que es crucial beber agua, moderar el consumo de sal así como evitar el consumo de alcohol, tabaco y cafeína.

Fotos | RDNE Stock project en Pexels, Ron Lach en Pexels

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