Tres jugadores de fútbol de la Arandina, el equipo de Aranda de Duero (Burgos), de Tercera División, se encuentran detenidos desde este lunes en la comisaría de policía de la localidad castellana, a la espera de pasar a disposición judicial. El delito por el que la policía los ha arrestado es estremecedor: una presunta agresión sexual a una joven de solo quince años. Los hechos habrían tenido lugar hace aproximadamente diez días, en el piso que comparten los tres futbolistas: Víctor Rodríguez Ramos, 'Viti', de 22 años; Carlos Cuadrado, 'Lucho', de 24; y Raúl Calvo, de 19.
La adolescente confesó lo que había ocurrido a su psicólogo, en la Fundación ANAR de Madrid, desde donde le recomendaron que presentara una denuncia. En primer término, fue la UFAM (Unidades de Familia y Mujer de la Policía) de Madrid quien recibió la denuncia, que posteriormente trasladó a Aranda, por ser el lugar donde tuvieron lugar los hechos. Aunque la investigación se encuentra bajo secreto, especialmente debido a la edad de la denunciante, se ha conocido que la joven pudo quedar con uno de los chicos en su piso para mantener relaciones sexuales, un encuentro al que se sumaron los otros dos compañeros sin que la chica diese su consentimiento.
Lo poco que se sabe de la causa es realmente preocupante. Desde Aranda de Duero llegan informaciones de que la agresión podría haber sido grabada y difundida por WhatsApp, lo cual, de ser cierto, añadiría nuevos delitos a los ya investigados por la policía. Además, no hay que olvidar que el consentimiento o no de una relación sexual, en este caso, tiene matices diferentes a los de otros casos, como el de Pamplona, por ejemplo, por la edad de la chica. La edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales en España es de dieciséis años, por lo que los detenidos podrían incurrir en un delito en cualquier caso. El club, por su parte, ha emitido el siguiente comunicado:
COMUNICADO OFICIAL @ArandinaCF pic.twitter.com/7jrQRGUKYM
— Arandina C.F. (@ArandinaCF) 12 de diciembre de 2017
En Trendencias | No, la chica (presuntamente) violada por «la manada» no puede tener una vida normal. Ojalá le dejemos tenerla.
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