Estas Navidades, Opium - la mítica fragancia de Yves Saint-Laurent, vuelve por sus fueros, y hace su entrada por la puerta grande revestida con una elegantísima y lujosísima capa dorada y brillante, que contribuye a acentuar, aún más si cabe, la opulencia extrema de la que siempre ha hecho gala este perfume desde que fue creado siguiendo una visión muy concreta de Yves Saint Laurent.
Este emblemático frasco, en sus orígenes, se presentó en sociedad envuelto por el característico lacado rojo de la China Imperial, que solía adornar los cofres de madera en los que las mujeres orientales guardaban sus tesoros más preciados.
El lanzamiento de este perfume causó no pocos problemas al diseñador - y a su socio Pierre Bergé, que apoyó incondicionalmente a Saint Laurent -, cuando, a pesar de las críticas, se ratificó en su capricho por bautizar al perfume con el nombre de una droga.
Treinta años después de su lanzamiento, el emblemático frasco Inro luce más espectacular que nunca, intensamente Opium, al haber sido cubierto con una envoltura dorada, tan brillante y futurista como misteriosa.
Este objeto cult, renovado y reavivado por el fuego fatuo que proyecta la luz sobre su resplandeciente superfice, proyecta rayos de luz reflejados o refractados por las superficies curvas del objeto, dando lugar a hermosas cáusticas con los colores del arco iris.
Esta imagen intensifica el misterio del perfume original creado por Jean-Louis Sieuzac: una fragancia oriental especiada y ambarada con acordes de mandarina y bergamota, que combinan a la perfección con el voluptuoso bouquet del acorde del jazmín y del clavel, aderizado con el toque cálido del absoludo de vainilla.
Una fragancia fuerte y poderosa - no apta para todo el mundo -, capaz de transportar a sus incondicionales a un universo sensual y embriagador, del que ya no puede ni se quiere prescindir.
Qué se lo digan si no a todas esas mujeres que llevan utilizando la fragancia Opium desde hace más de tres décadas, para quienes éste perfume se ha convertido en todo un manifiesto, pues plasma a la perfección todo el misterio y el exotismo de Oriente.
Los responsables de la firma también han encargado a la doradora Manuela Paul-Cavallier que cubriese con cuidado y delicadeza, por medio de finas hojas de pan de oro, 50 de estos frascos, para ofrecerles una nueva identidad de joyita perfumada. A esta edición la han llamado "Opium L'Objet Rare", y se pondrá a la venta a partir del 2 de diciembre.
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