Coger setas en Madrid: el planazo de otoño para pasar el día en la sierra. Esto es todo lo que tienes que saber

Un destino ideal para los aficionados a la micología y un plan original para pasar un día en el bosque

María Yuste

Editor Senior

El otoño en la Comunidad de Madrid huele a tierra fértil, después de las primeras lluvia, y salir al monte ya no solo es un plan para respirar aire puro sino que se convierte en la oportunidad de llevar a casa una pequeña cosecha de níscalos, boletus y otras setas silvestres. Eso sí, como en cualquier actividad al aire libre, conviene conocer antes los secretos del terreno, las normas a respetar y saber distinguir lo comestible de lo peligroso.

Dónde buscar setas en Madrid

Madrid tiene la suerte de estar rodeado de montañas, valles y bosques que hacen de la Comunidad un destino ideal para los aficionados a la micología. Normalmente, las encontrarás en suelos húmedos, ricos en materia orgánica y con un pH ligeramente ácido o calizo. Aunque, probablemente, sea más fácil hablar bosques de robles, hayas, pinos y encinas, con musgo y hojas caídas. También son un buen referentes las laderas frescas y orientadas al norte que retengan humedad.

Además, hay que evitar las zonas excesivamente soleadas o con viento fuerte. No obstante, para concretar aún más, esta es nuestra lista de lugares más recomendados:

Javier Perez Montes

Sierra de Guadarrama

Es la zona más conocida y apreciada para buscar setas. Aquí prosperan los Boletus edulis, Boletus pinophilus y níscalos, especialmente en pinares maduros y robledales. Para encontrarlos, destacan especialmente el Puerto de Cotos, Puerto de Canencia, Puerto de la Fuenfría y el Valle del Paular.

Alameda del Valle

Es ideal para recolectar boletus, setas de cardo y perrechicos. Se trata de un entorno tranquilo y con variedad de especies, aunque conviene estar alerta ante la posibilidad de encontrarse con ejemplares venenosos.

Valle del Lozoya

Acotando desde el Monasterio del Paular hasta Puerto de Cotos, es un lugar donde abundan los boletus, los champiñones silvestres y los níscalos.

m. m. v.

Monte Abantos (San Lorenzo del Escorial)

Este rincón es especialmente conocido por sus setas de cardo, boletus, senderuelas y setas de pie azul.

Puerto de los Leones

Entre la Sierra de Guadarrama y la Sierra de Malagón, esta zona es excelente para encontrar níscalos y boletus, especialmente si buscas en los pinares húmedos.

Alto de Navahonda (Robledo de Chavela)

Aquí encontrarás praderas y bosques donde recoger champiñones silvestres, setas de cardo y níscalos.

La Barranca (Navacerrada)

Entre los pinares y los robledales de este enclave abundan los boletus, níscalos, rebozuelos y champiñones silvestres.

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Cuándo salir al monte

El momento ideal para recolectar setas es después de varios días de lluvia, seguidos de temperaturas suaves. El suelo húmedo y las mañanas frescas favorecen el crecimiento de los hongos. La temporada óptima, aunque suele comenzar a mediados de septiembre, se prolonga hasta finales de noviembre, dependiendo de las precipitaciones y la altitud.

Recomendaciones para una recolección responsable

Para disfrutar de la actividad sin dañar el entorno ni arriesgar la propia seguridad, es importante seguir unas normas básicas que todo aficionados a la micología conoce:

En primer lugar, hay que llevar cestas que permitan la ventilación, nunca bolsas de plástico, para que las esporas se dispersen. También, recuerda cortar las setas por el tallo con una navaja o cuchillo y no las arranques. Tampoco recojas ejemplares jóvenes o demasiado maduros, así permites que se multipliquen.

Además, está muy bien que limites la cantidad de setas que recoges y que no te excedas de un número razonable de hongos por persona. De hecho, algunos cotos fijan un máximo de 5-10 kg. Lo que nos lleva al siguiente punto: consulta siempre los permisos y regulaciones. 

Pxhere

Por ejemplo, en la Sierra de Guadarrama y otros cotos micológicos puede ser necesario un permiso o estar sujeto a vedas temporales. Además de que no todas las zonas permiten recoger setas. Las reservas naturales y zonas de uso restringido están protegidas. Para evitar sanciones, lo mejor es respetar los horarios y vedas anunciadas por los ayuntamientos. 

Identificación y sentido común

Si no tienes certeza absoluta de que una seta sea comestible, no la consumas. Algunas especies presentes en Madrid son muy tóxicas y pueden resultar mortales. Para minimizar riesgos, es importante aprender a identificarlas con guías especializadas o apps de micología, pero siempre contrastando varias fuentes. En caso de duda, lo mejor siempre es descartar el ejemplar.

De hecho, no está de más que, si eres novato, realices un curso sobre setas o acudas a algunas jornadas micológicas organizadas por la Comunidad de Madrid. Además, hay que cocinarlas siempre antes de comerlas y nunca hay que consumirlas crudas.

Salir al monte en otoño en Madrid es toda una experiencia que merece la pena hacer, al menos, una vez en la vida. Conociendo los lugares correctos, siguiendo buenas prácticas y respetando la naturaleza, se puede disfrutar de un día de ensueño entre setas, hojas doradas y paisajes que parecen sacados de una postal.

Foto de portada | Pixabay

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