Los tapones de oído: el nuevo accesorio clave en festivales para cuidar la salud auditiva

Seguro que cada vez ves a más gente en conciertos con tapones en los oídos. Como si se trataran de una especie de cascos inalámbricos estos accesorios se han convertido en el imprescindible de muchos. Toda esa intensidad de ruido, así como el alto tiempo de exposición al mismo, nos pasa factura cuando los decibelios son muy altos. Y claro, si te toca colocarte en un festival al lado del altavoz, es común que tu sistema auditivo se resienta, para ello los tapones que bloquean el sonido pueden ser la solución más práctica.

Además de precauciones básicas como intentar alejarnos lo máximo posible de los altavoces, si como yo tienes en tu agenda unos cuantos conciertos al año, no está de más llevar contigo unos tapones. Puede que pienses que este tipo de gadgets solo van a limitar tu experiencia en el lugar, pero no funcionan así. Y es que están pensados para que disfrutes de la música, pero sin dañar los oídos. Así es cómo se utilizan.

Así es como se usan los tapones para conciertos

Lo que hacen estos tapones es bajar un poco el volumen general del sonido, pero sin eliminarlo por completo, de forma que puedes disfrutar de la música de una fiesta o un festival, pero reduciendo el riesgo de daño auditivo. Estarás pensando que se asemejan bastante a los clásicos tapones de espuma, pero lo cierto es que no tienen mucho que ver, ya que lo que hacen los de espuma es  bloquear todo el sonido.

Estos tapones están específicamente pensados para conciertos, festivales e incluso fiestas en discotecas, de forma que muchos cuentan con diseños avanzados en los que incluyen resonadores acústicos o filtros para disminuir algunos rangos de frecuencia sonora, pero siempre manteniendo la claridad de la música, para que puedas disfrutar del directo de tu grupo favorito. Algunas de las opciones que más destacan son estos de Amazon o estos de FNAC.

Para ponértelos es tan sencillo como colocarte unos casos inalámbricos. Basta con insertarlos en el oído, eso sí,  intentando no tocar la parte de filtro visible, la que va dentro del oído, para que así no se deteriore. Una vez que los hayas colocado no está de más hacer una prueba de sonido para ver si te los has incrustado bien. Notarás que el volumen baja, pero sigues escuchando todo con claridad.

Fotos | anna-m. w. en Pexels, Wendy Wei en Pexels, Mark Paton en Unsplash

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