Si en Julio copaba la portada de la edición americana de la revista Elle, en Septiembre encabeza la edición de su homóloga británica; y el titular que acompaña a unas fotos con un look cien por cien Mary-Kate no puede ser más acertado: modern icon.
Y es que le pese a quién le pese, eso es lo que es; por mucho que se empeñe ella misma en desmitificarse y afearse, por mucho que sea de lo más estrafalario y se ponga cosas imposibles, inconvenientes y sí, porque no decirlo, muchas veces antiestéticas, siempre habrá un ejército de fans incondicionales que harán de un mal día de la gemela rebelde, su mejor inspiración,
y eso no es fácil de conseguir, y yo sinceramente creo que aunque sea un producto bien estudiado ese tirón que tiene Mary-Kate Olsen no es completamente intencionado.
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